La Iglesia colombiana alza su voz ante la agudización del conflicto social y armado

  • Los obispos del Pacífico y del Suroccidente del país se solidarizan con la población y piden “una solución integral que resuelva las causas estructurales que están en la raíz de la crisis humanitaria”
  • Los pastores claman por los derechos humanos de las comunidades indígenas y afrodescendientes de la región

Ante la dramática situación que padecen las comunidades indígenas y afrodescendientes del Pacífico y del Suroccidente de Colombia, por cuenta de la agudización del conflicto social y armado, los obispos de la región han alzado su voz por “una solución integral que resuelva las causas estructurales que están en la raíz de la crisis humanitaria”.



Por medio de un comunicado firmado por diez pastores, la Iglesia se solidariza con los habitantes del departamento del Chocó –en especial, las poblaciones de Bojayá, Bajo Atrato, Urabá, Raposo y las que viven en las cuencas de los ríos San Juan y Baudó–, lo mismo que quienes se encuentran en los municipios de Nuquí, Magüí Payán, Olaya Herrera-Satinga (Nariño) y Puerto Guzmán (Putumayo), y eleva su clamor al Estado y a los diversos actores para “retomar el sendero de la paz” y garantizar “el respeto de los derechos humanos, los derechos de los pueblos y el derecho internacional humanitario”. 

Protección a los líderes sociales

Asimismo, frente a las amenazas contra la vida de Leyner Palacios y de otros líderes sociales, los obispos convocan “al gobierno nacional y a otras instancias estatales a establecer condiciones de vida digna y mecanismos de protección para las comunidades y lo liderazgos que están en riesgo”.

Se trata de un apremiante llamado, sobre todo cuando se advierten “posibles situaciones de connivencia de integrantes de la Fuerza Pública con grupos ilegales“, como viene siendo denunciado por diversas organizaciones sociales y de derechos humanos, lo mismo que por la diócesis de Quibdó desde hace varios años.

“Los grupos armados deben entender su condición de agresores de la población civil y, por lo tanto, asumir el rechazo del que son objeto a causa de sus acciones delictivas”, han señalado los prelados.

Acuerdo de paz con el ELN

Ante la zozobra, la Iglesia subraya “la necesidad de encontrar salidas políticas y pacíficas al conflicto armado: con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) para lograr un acuerdo de paz; con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y estructuras similares, para que se posibilite un acogimiento colectivo a la justicia”.

Es urgente “continuar dando pasos hacia la terminación de todas las violencias“, insisten los diez obispos que suscriben el comunicado: Darío Monsalve, de la arquidiócesis de Cali; Luis José Rueda, de la arquidiócesis de Popayán; Juan Carlos Barreto, de la diócesis de Quibdó; Mario de Jesús Álvarez, de la diócesis de Istmina-Tadó; Hugo Alberto Torres, de la diócesis de Apartadó; Luis Albeiro Maldonado, de la diócesis de Mocoa-Sibundoy; Rubén Darío Jaramillo, de la diócesis de Buenaventura; José Saúl Grisales, de la diócesis de Ipiales; Orlando Olave, de la diócesis de Tumaco; y Edgar de Jesús García, de la diócesis de Palmira.

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