El Papa pide a la Archicofradía de la Virgen de la Cinta de Tortosa que sea “fermento de solidaridad en la sociedad”

  • El Pontífice recibe en el Palacio Apostólico a los miembros de la institución en el 400 aniversario de su fundación liderados por su obispo, Enrique Benavent
  • Aunque tratar de vivir “como hermanos unidos” supone “esfuerzo y renuncia”, es un objetivo que “merece la pena” para ser un “signo ante la sociedad que siempre está dividida”, dice Francisco

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El papa Francisco recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano este viernes, 12 de abril, a los miembros de la Archicofradía de la Virgen de la Cinta de Tortosa con motivo del 400 aniversario de su fundación, liderados por su obispo, Enrique Benavent, y por la alcaldesa de esta ciudad de la provincia de Tarragona, Meritxell Roigé.

Después de subrayar la vinculación de esta institución cuatro veces centenaria con el sucesor de Pedro, el Pontífice recordó en su alocución que, etimológicamente, cofradía significa “unión de hermanos”. Por eso les pidió a los presentes que actúen como lo hacen los hermanos y busquen “un bien que no puede excluir la paz y la concordia entre ellos”. Les instó por tanto a que sean “fermento de solidaridad en la sociedad”.

Pecado social

Aunque tratar de vivir “como hermanos unidos” supone “esfuerzo y renuncia”, es un objetivo que “merece la pena” porque se consigue así ser un “signo ante la sociedad que siempre está dividida”. No se trata de una “moda” pasajera que afecte sólo en la actualidad a nuestra sociedad, sino de un problema que “siempre estuvo” allí y que supone “un pecado social”.

Para el obispo de Tortosa, la audiencia con Francisco significó un evento “histórico” porque es la primera vez que los miembros de la Archicofradía eran recibidos por un obispo de Roma. “Ha sido muy entrañable por la cercanía del Santo Padre y el afecto y el tiempo que nos ha dedicado. Ha saludado personalmente a todas las 86 personas del grupo”, explicó Benavent. “Nos ha dedicado  palabras muy hermosas al pedirnos que seamos fermento de fraternidad en un mundo tan dividido”.

Hijos no nacidos

Es su saludo al Papa, el prelado español destacó que la advocación de la Virgen de la Cinta, debido a su origen (la fiesta de la Encarnación del Señor), “lleva a valorar y a cuidar la vida del ser humano no nacido”. Durante los casi seis años que lleva al frente de la diócesis, Benavent dijo haber escuchado “el testimonio de madres gestantes en dificultad, que han protegido la vida de sus hijos confiadas en la Virgen, y que han experimentado su protección sobre sus hijos no nacidos”.

En su agradecimiento al Papa por la “gracia inmerecida” que suponía la audiencia en el Vaticano, el obispo de Tortosa recordó los vínculos “históricamente fuertes” con Roma porque Adriano VI era el pastor de este territorio eclesiástico cuando fue elegido Papa. “Siempre conservó el afecto por la que había sido su diócesis. Este encuentro es otro signo de amor que la Santísima Virgen ha tenido con nosotros y es, sin duda, uno de los acontecimientos más importantes para la Archicofradía en sus 400 años de historia”.

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