Culturas

El belén resplandece a lo grande en Madrid

| 20/12/2025 - 02:30





“Ser belenista es una responsabilidad grande, porque nos esforzamos en una parte artística, pero no podemos olvidar que nuestro fin último es promocionar el belenismo y potenciar lo que supone el nacimiento de Jesús de cara al futuro. Su mensaje rompedor y esperanzador es lo que tenemos que plasmar. Eso no lo podemos olvidar”, afirma Luis Antonio Sastre, vicepresidente segundo de la Asociación de Belenistas de Madrid. “Lo que ocurre es que el belenismo es transversal –prosigue–. Se ve la parte artística, la histórica, la religiosa. Da cabida a todas las ópticas”.



Sastre lo expone con claridad: “Un belén realmente es una catequesis, una catequesis en imágenes. Nuestros belenes comienzan con los sueños de José, la Anunciación a María y después el taller de Nazaret, la visitación de María a su prima santa Isabel, la búsqueda de la posada, la Natividad, la anunciación a los pastores y la adoración de los Magos. También la huida a Egipto. Y todo esto fácilmente representado para contárselo a los críos y a la gente que desconoce lo que está viendo, porque hay mucha”.

La Asociación de Belenistas de Madrid monta este año una veintena de belenes. “Es una época muy resplandeciente para el belén”, declara Sastre. “Estamos en un momento óptimo, porque, en junio de 2022, se logró que el Gobierno de España declarase el belenismo como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial –prosigue–. Y eso implica un reconocimiento oficial y que las administraciones públicas deban velar y ayudar en la promoción del belenismo”.

Pero todavía queda margen para crecer. “El belenismo lo promovemos a través de las asociaciones, pero necesitamos un respaldo oficial. Y ahora estamos también en un momento de expectación, porque vamos a intentar que esa declaración no sea solo a nivel nacional, sino mundial a través de la UNESCO. Gracias a una serie de colaboraciones con otros países, hay gestiones para que se pueda llevar a cabo y conseguir ese reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.

Situación muy buena

En Madrid –y en toda España–, ahora “la situación es muy buena”, insiste el vicepresidente segundo de la Asociación de Belenistas de la capital. “Somos varias asociaciones en Madrid, pero la más antigua y la que más abarca es la nuestra, con ochenta años de trayectoria. Este año montamos belenes en la Comunidad, en el Ayuntamiento, en las juntas municipales, en la Plaza Mayor y en pueblos como Paracuellos o Torrejón de Ardoz. La presencia del belén es cada vez más importante. En ese sentido, estamos muy satisfechos”.

Toda esta acción se lleva a cabo con un trabajo que se extiende prácticamente durante todo el año, desde el mes de marzo. Y que se afana aún más para los montajes. “Comenzamos el 8 de noviembre, formamos grupos en cada belén, y cada uno tiene asignado un grupo de personas, dependiendo del tamaño. Aquí, en el del Museo de la Imprenta Municipal de Madrid, que es el más pequeño y el último, estamos ocho. En el de la Real Casa de Correos, por ejemplo, estuvimos seis días, y con grupos de 26, 30 y 32 personas. En total, habremos participado más de 40. En esta campaña se han inscrito unas 83 personas. Tenemos más de 500 socios, pero muchos son ya mayores y no pueden subirse a una tarima”.

Ese belén de la Real Casa de Correos, sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, es el más sobresaliente bajo un cielo de 60.000 luces de hadas. Sastre lo describe así: “Es el más emblemático de nuestra Asociación. Este año son 132 m2 y está dividido en espacios. Básicamente, son dos: Nazaret y Belén, que es lo que siempre se representa, pero hemos querido añadir un tercero y representar la huida a Egipto, que siempre se deja atrás, con lo que más o menos la mitad de la superficie es una recreación de Egipto”.

Este año llaman especialmente la atención las figuras del papa Francisco y de san Francisco de Asís. “El belén lo comenzamos con un recuerdo al papa Francisco, porque es uno de los pocos papas que ha escrito sobre belenismo. Tiene una carta apostólica, ‘Admirabile signum’, en la que habla de la importancia del belén, de su significado en la familia. Es en recuerdo de su muerte y, sobre todo, de su apoyo al belenismo. Junto a él, está san Francisco de Asís, patrón de los belenistas y propulsor del belenismo, ya que fue quien colocó el primer belén en 1223 en las grutas de Greccio en Italia”.

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