El papa León XIV aprobó el decreto del Dicasterio para las Causas de los Santos que reconoce el milagro atribuido del argentino Enrique Shaw, padre de nueve hijos, militar y empresario.
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Hace unos pocos días, el Dicasterio para las Causas de los Santos, presidido por el cardenal Marcello Semeraro, a través de su comisión de obispos y cardenales, había dado su opinión favorable ante el milagro atribuido al laico Enrique Shaw. El vicepostulador de la Causa, el obispo castrense Santiago Olivera, había compartido este “parecer favorable” con mucha alegría.
Sólo faltaba una instancia, la presentación del prefecto Semeraro de todo el proceso de la causa del venerable siervo de Dios ante el Pontífice quien, hoy, autorizó la promulgación del decreto sobre el milagro atribuido a la intercesión de Shaw.
El milagro
Se trata de una curación de un menor, mientras jugaba en el campo, fue golpeado en la cabeza por un caballo, lo que le provocó una seria lesión cerebral. Para salvar la vida del menor, los médicos realizaron varias intervenciones quirúrgicas.
La familia, vinculada a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE), pidió la intercesión de quien será proclamado beato. Y meses más tarde, los médicos detectan, con sorpresa, que el chico había modificado su condición craneana, y comenzó así un proceso de mejoría sin secuelas, que se mantiene hasta la fecha, llevando una vida completamente normal.
Activa vida eclesial
Hace unos días el papa León se refirió a Enrique: “su coherencia se extendió más allá de su profesión, afrontando la incomprensión, la persecución y la enfermedad con paz, ofreciendo su sufrimiento a Dios y manteniéndose cercano a sus obreros”. Reafirmó que su vida es un testimonio.
Enrique participó activamente de la Acción Católica Argentina (ACA), y fue uno de los impulsores y el primer presidente de ACDE, donde se preocupó por llevar a las empresas los valores de la Doctrina Social de la Iglesia. También participó con su esposa, Cecilia Bunge, del Movimiento Familiar Cristiano.
En un mensaje conjunto, la ACA y ACDE, compartieron su alegría ante la decisión del Papa León XIV. La presidente de ACDE, Silvia Bulla, cree que la beatificación de Enrique “le brindará al mundo el primer empresario reconocido como un ejemplo de santidad y resulta para el mundo una invitación urgente a humanizar la economía, trabajar por el bien común y la dignidad del trabajo”. Por su parte, Claudia Inzaurraga, presidenta de ACA, manifestó que “Enrique participó en la Acción Católica y, como muchos otros ‘santos de la puerta de al lado’, vivió su fe con valentía, compartiendo proyectos, espacios de comunión, gestando comunidad en su entorno laboral y social, una vida que nos sigue inspirando a ser ‘sal y luz’ en el mundo”.
