León XIV, en el Jubileo de los Presos: “¡Que nadie se pierda! ¡Que todos se salven! Esto es lo que quiere nuestro Dios”

El Papa ha celebrado la misa en la basílica de San Pedro ante 6.000 reclusos

León XIV, en la misa con motivo del Jubileo de los Presos

“¡Que nadie se pierda! ¡Que todos se salven! Esto es lo que quiere nuestro Dios, este es su Reino, este es el objetivo de su acción en el mundo”. Este es el grito de León XIV al término de su homilía en la misa celebrada en la basílica de San Pedro ante 6.000 reclusos llegados hasta el Vaticano para el Jubileo de los Presos, que tiene lugar este fin de semana.



Robert Francis Prevost ha comenzado recordando que Francisco dio inicio a este Jubileo de la Esperanza el 26 de diciembre de 2024 al abrir la Puerta Santa en la iglesia del Padre Nuestro, en el centro de detención de Rebibbia.

Asimismo, aludiendo a la Bula ‘Spes non confundit’, ha mostrado su confianza en que en muchos países se den “formas de amnistía o de condonación de la pena orientadas a ayudar a las personas para que recuperen la confianza en sí mismas y en la sociedad”.

Gestos de humanidad

“La cárcel es un entorno difícil y hasta las mejores intenciones pueden encontrar muchos obstáculos. Precisamente por eso, no hay que cansarse, desanimarse o retroceder, sino seguir adelante con tenacidad, valentía y espíritu de colaboración. De hecho, son muchos los que aún no comprenden que hay que levantarse de toda caída, que ningún ser humano coincide con lo que ha hecho y que la justicia es siempre un proceso de reparación y reconciliación”, ha advertido el Pontífice.

Sin embargo, ha continuado el Papa, “cuando se conservan, incluso en condiciones difíciles, la belleza de los sentimientos, la sensibilidad, la atención a las necesidades de los demás, el respeto, la capacidad de misericordia y perdón, entonces, del duro terreno del sufrimiento y el pecado brotan flores maravillosas e incluso entre los muros de las prisiones maduran gestos, proyectos y encuentros extraordinarios en su humanidad”.

Y ha proseguido: “Se trata de un trabajo sobre los propios sentimientos y pensamientos, necesario para las personas privadas de libertad, pero antes aún para quienes tienen la gran responsabilidad de representar ante ellos y para ellos la justicia”. “El Jubileo es una llamada a la conversión y, precisamente por eso, es motivo de esperanza y alegría”, ha completado.

León XIV, en la misa con motivo del Jubileo de los Presos

León XIV, en la misa con motivo del Jubileo de los Presos

Por eso, para León XIV “es importante contemplar ante todo a Jesús, a su humanidad, a su Reino, recordando que, si bien a veces estos milagros se producen gracias a intervenciones extraordinarias de Dios, con mayor frecuencia se nos confían a nosotros, a nuestra compasión, a nuestra atención, a la sabiduría y a la responsabilidad de nuestras comunidades e instituciones”.

Contra el hacinamiento

Al término de su sermón, el Papa ha señalado que “la tarea que el Señor les confía —a todos ustedes, reclusos y responsables del mundo penitenciario— no es fácil. Los problemas que hay que afrontar son muchos. Pensemos en el hacinamiento, en el compromiso aún insuficiente para garantizar programas educativos estables de recuperación y oportunidades de trabajo”.

“Y no olvidemos, a nivel más personal, el peso del pasado, las heridas que hay que curar en el cuerpo y en el corazón, las desilusiones, la infinita paciencia que se necesita, consigo mismo y con los demás, cuando se emprenden caminos de conversión, y la tentación de rendirse o de no perdonar más”, ha subrayado.

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