Cono Sur

La inseguridad alimentaria alcanzó un pico histórico en 2024 que afectó al 24,3% de los hogares argentinos

| 09/12/2025 - 15:00

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina presentó un informe sobre estrés y bienestar en el periódo 2010-2025





El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) presentó su informe que analiza el ‘Nuevo Escenario Político-Económico: Estrés y Bienestar en una Argentina en Transición’, durante los años 2010-2025.



Desigualdades y fragilidad

Coordinado por Agustín Salvia y su equipo, el estudio examina en profundidad tres dimensiones del bienestar económica, social y subjetiva, con especial atención en la dinámica 2023-2025. Este estudio muestra la continuidad de desigualdades y la fragilidad del proceso de estabilización.

El informe contextualiza el panorama actual como la culminación de una crisis sistémica económica, política y cultural de un modelo anterior (2002-2023), que llevó al estancamiento y a desequilibrios crónicos.

El gobierno libertario buscó reinstaurar la primacía del mercado, pero a dos años de su implementación, la economía transita una etapa frágil, sin instrumentos consolidados para corregir los desequilibrios estructurales y generar un desarrollo sostenible e inclusivo.

Panorama desafiante

El equipo del Observatorio destaca que la pobreza y la indigencia por ingresos mantienen “pisos estructurales”, afectando a un gran porcentaje de la población. Si bien se observa una recuperación parcial en 2024-2025, los niveles de privación económica regresan a valores críticos de períodos anteriores (2018-2023).

La capacidad de ahorro se mantiene baja, y las desigualdades persisten especialmente en los estratos socioeconómicos más bajos y en hogares con niños.

Las privaciones sociales estructurales también muestran un panorama desafiante:

  • La inseguridad alimentaria presenta una tendencia ascendente. En 2024 alcanzó un pico histórico que afectó al 24,3% de los hogares, con una leve mejora en 2025 que aún no revierte el deterioro acumulado.
  • El acceso a recursos de salud exhibe un incremento de la privación desde 2018, llegando a un 37,7% en 2024, con niveles muy superiores a los de principios de la década. Asimismo, la falta de afiliación al sistema de seguridad social se consolida como un fenómeno estructural, con altos niveles de exclusión contributiva y una tendencia ascendente.

Las desigualdades estructurales, persistentes en el tiempo y reforzadas por la crisis económica, constituyen un escenario de base sobre el que se despliega el malestar psicológico en los distintos sectores sociales, con síntomas de ansiedad, angustia y depresión. Hubo una tendencia al aumento, alcanzando su punto más alto en 2024 (28,1%), y luego una leve mejoría en 2025 (27,1%).

Las disparidades son significativas: los estratos socioeconómicos bajos muestran el doble de prevalencia de malestar que los estratos más altos. Las percepciones intergeneracionales indican que el 42% de los encuestados considera su situación económica peor que la de sus padres, aunque el 82% espera mejores oportunidades para sus hijos o nietos.

Conclusiones

El informe concluye que, si bien los programas sociales de transferencias de ingresos son cruciales para mitigar la indigencia y la pobreza (evitando que la indigencia se duplique y la pobreza aumente un 20%), son insuficientes para revertir los déficits estructurales.

Las mejoras recientes son vistas como alivios transitorios más que como cambios estructurales sostenibles. Argentina se encuentra en una encrucijada, donde la estabilización macroeconómica no ha logrado aún generar un crecimiento inclusivo ni transformar las profundas desigualdades sociales.

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