Muchos en bicicleta o a caballo, pero la mayoría caminaron los 87 kilómetros desde Santiago de Chile
Es la peregrinación mariana más multitudinaria de Chile. El pequeño poblado de Lo Vásquez, a 87 kilómetros al poniente de Santiago, en la ruta a Valparaíso y Viña del Mar, alberga el Santuario de la Inmaculada Concepción que cada año en su fiesta litúrgica recibe más de un millón de peregrinos.
Muchos viajan solos, otros en grupos o en familia, a pagar sus mandas y a dejar a los pies de la Virgen sus dolores, preocupaciones, alegrías, esperanzas y peticiones. La mayoría lo hace caminando desde Santiago o desde Valparaíso, a 46 kilómetros; en cantidad cada año mayor, también llegan en bicicleta. Aunque la carretera se cierra totalmente por la noche y parcialmente durante el día, la cantidad de quienes llegan en vehículos es enorme.
Para acoger a los peregrinos la Comisión Organizadora coordinó las actividades de cientos de voluntarios, entre ellos más de 30 sacerdotes, diáconos permanentes y estudiantes de la Escuela de Formación Diaconal de la Diócesis de Valparaíso. También participan 130 jóvenes voluntarios e integrantes de instituciones civiles, privadas y de seguridad. Todos ellos se prepararon durante los meses anteriores. El apoyo de Carabineros y los Servicios de Salud es fundamental, coordinado con los equipos del Santuario, a través de la Comisión Organizadora.
Winston Hardy, rector del Santuario, destacó el notorio aumento de personas que acudieron al sacramento de la Reconciliación y la numerosa presencia en momentos de oración y adoración al Santísimo que, este año por primera vez, estuvo expuesto en forma permanente.
La Misa central fue presidida por el obispo de Valparaíso, Jorge Vega Velasco, svd, quien en su homilía pidió a los peregrinos que el próximo año reemplacen las penitencias corporales que ponen en riesgo la salud, por mandas de misericordia. Sugirió que traigan alimentos no perecibles para preparar cajas de Navidad y entregarlas a familias de escasos recursos.
Este templo surgió de una ermita en el jardín de entrada a la casa de don José Ulloa en la década de 1840. Se fue generando una creciente visita de personas a orar a la imagen de la Inmaculada Concepción lo que motivó a habilitar como capilla un cercano galpón de adobe. Consiguió un sacerdote que celebrara la Misa y orientara la devoción, lo que llevó a que, en los archivos parroquiales de la parroquia de Casablanca, ciudad cercana a Lo Vásquez, aparecen primeros bautizos hechos por el párroco don José Manuel León, en la Capilla en 1849. Varios temblores dañaron las capillas que se fueron construyendo para reponer la dañada, hasta que en 1913 fue inaugurado el actual templo.
Esa devoción fue expandiéndose hasta hacer de este Santuario un centro permanente de peregrinación y oración, visitado por miles de personas cada mes, durante todo el año, con su culminación en la fiesta del 8 de diciembre a la que concurren multitudes desde la víspera.
