Entrevistas

Elena Andrés Suárez: “Donde hay cuidado, hay humanidad verdadera”

| 29/11/2025 - 00:11





Convencida de la “necesidad imperiosa de generar un modo de educar en la escuela que responda al mundo cambiante y complejo en el que vivimos”, Elena Andrés Suárez (Portugalete, 1968) –directora de contenidos del Experto Universitario en Educación de la Interioridad en centros educativos del Campus La Salle de Madrid– reivindica “una propuesta pedagógica bien pensada, asumida en todas sus consecuencias y sin rebajar sus objetivos más importantes”. Un anhelo que comparte con sus colegas educadores y con cuantos lectores se animen a descubrir en su nuevo libro las ‘Claves de bóveda’ para construir un programa en torno a ‘La Educación de la Interioridad’ (PPC) que resulte “estratégico” para la comunidad educativa.



PREGUNTA.- ¿Cómo se fomenta la EI (Educación de la Interioridad) en esta época de la IA?

RESPUESTA.- La EI ofrece algo que todos decimos necesitar: atención, escucha de uno mismo y de los demás, pausas, etc., pero implementar sus propuestas supone un ‘agere contra’ muy fuerte, porque estamos inmersos en un modo de vida que no favorece nada de todo lo anterior. Por esta razón, la EI debe nacer como una propuesta pedagógica bien pensada, asumida en todas sus consecuencias y sin rebajar sus objetivos más importantes.

Búsqueda de sentido

P.- ¿En qué medida cultivar la interioridad puede contribuir a la búsqueda de sentido que todos perseguimos?

R.- Ninguno de nosotros podemos construir nuestras vidas sin percibir un cierto sentido en ellas, pero para que ese sentido pueda perfilarse es preciso un sujeto que lo pueda percibir. La EI se propone acompañar al alumno en la construcción de ese sujeto y en la búsqueda de un incipiente proyecto de vida.

P.- ¿No teme que la EI se convierta en otra moda pasajera? ¿Cuál es la ‘clave de bóveda’ para evitarlo?

R.– Ese ha sido mi mayor temor y creo que, en parte, ha sucedido. Pero, de alguna manera, eso es bueno porque quiere decir que lo hemos asumido como un reto de nuestra época. Sin embargo, hemos de estar atentos para que la EI que propongamos no sea una caricatura de sí misma.

P.- El modelo de trabajo de la EI propugna “aprender a ser cuidando el ser”. ¿Qué nota le pondría al sistema educativo actual en esa ‘cultura del cuidado’ que reivindicaba el papa Francisco?

R.- Tras la pandemia, la gran mayoría de claustros educativos entendió que esa cultura del cuidado era algo irrenunciable. Fue en ese momento cuando yo misma rebauticé a mi sistema de EI como “aprender a ser cuidando el ser”. Hay humanidad verdadera donde se da el cuidado de los demás, de uno mismo y del planeta.

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