Creada en 1987 por el sacerdote eudista Bernardo Vergara Rodríguez, esta institución acompaña a niñas, niños, jóvenes y adultos afectados por el virus y en condiciones adversas
La Fundación Eudes en Colombia, entidad de la Congregación de Jesús y María, ha cumplido 38 años y para ello ha celebrado la versión 20 de su foro, bajo el nombre “Espiritualidad, VIH y Diversidad Sexual: Escuchar para acoger”.
Fue un espacio de análisis, con voces de la Iglesia, para desmontar estigmas y enfrentar esta realidad desde la mirada de la misericordia y caridad. La jornada se realizó este 27 de noviembre en el aula de la Vicaría episcopal territorial Inmaculada Concepción, en Bogotá.
Miles de personas, portadoras de VIH y de la sexodiversidad, viven bajo el rechazo, aunque algunas comunidades eclesiales han creado lazos de empatía con estas comunidades “aún persisten resistencias”.
El desafío es a dejarse abrir la mente y el corazón para reconocer la dignidad en estos hermanos. Por ello, la Fundación Eudes, el centro Rafael García Herreros de Uniminuto y la Vicaría Inmaculada Concepción, centraron este foro en la escucha profunda y encuentro entre creyentes.
Promovieron un diálogo pastoral para sanar heridas históricas y fortalecer una Iglesia donde todos sean acogidos. También han basado sus reflexiones a partir de citas bíblicas, relatos de vida y momentos de formación a partir del trabajo por grupos.
Además, dedicaron tiempo al discernimiento pastoral y dinámicas de escucha diseñadas para acoger las narrativas de quienes han experimentado algún tipo de discriminación en ambientes eclesiales.
Al cierre han pedido a las parroquias, congregaciones, movimientos y agentes pastorales a atender al desafío moral de la discriminación, porque “una Iglesia donde alguien es marginado es una Iglesia que aún tiene tarea pendiente”.
Cabe recordar que la fundación Eudes fue creada, en 1987, por el eudista Bernardo Vergara Rodríguez para acompañar a niñas, niños, jóvenes y adultos afectados por el VIH o por condiciones sociales adversas.
En estos 38 años de camino, se ha transformado en un espacio seguro para quienes han enfrentado discriminación por razones de salud o identidad.