Europa

Los obispos de Polonia y Alemania celebran 60 años de la reconciliación de ambas Iglesias

| 19/11/2025 - 17:32

Las conferencias episcopales renuevan su compromiso: “La memoria compartida puede generar la fuerza de la paz”





Sesenta años después de la histórica carta en la que los obispos polacos tendieron la mano a los obispos alemanes, las Iglesias de ambos países han vuelto a sellar su compromiso con la reconciliación. “Perdonamos y pedimos perdón, una petición sincera y llena de esperanza que no pertenece solo al pasado, sino que nos orienta todavía hoy y debe ser nuestro programa para el futuro”, han afirmado los presidentes de las Conferencias Episcopales de Polonia y Alemania en una declaración conjunta titulada ‘El coraje de las manos tendidas’.



Tal como recoge Vatican News, el acto conmemorativo ha tenido lugar este lunes en Breslavia, donde se han dado cita el nuncio apostólico Guido Antonio Filipazzi, el arzobispo Tadeusz Wojda y el obispo Georg Bätzing. Durante la celebración, firmaron un nuevo documento que reconoce que “de la memoria compartida puede nacer la fuerza de la reconciliación y el coraje para construir un futuro más pacífico en Europa”.

La cita ha recordado aquel gesto de 1965, cuando los obispos polacos, con el arzobispo Bolesław Kominek al frente, escribieron: “Con este espíritu muy cristiano, pero también muy humano, tendemos nuestras manos a ustedes […], perdonamos y pedimos perdón”. La respuesta de los obispos alemanes no se hizo esperar: “Con respeto fraterno, les damos la mano. Que el Dios de la paz, por intercesión de la Reina de la Paz, no permita nunca más que el mal espíritu del odio divida nuestras manos”.

“Perdonamos y pedimos perdón”

Aquel intercambio epistolar, que tuvo lugar en el contexto del Concilio Vaticano II, marcó un antes y un después en la relación entre ambas Iglesias. “El significado espiritual de las palabras ‘perdonamos y pedimos perdón’ contenía toda la profundidad de la espiritualidad cristiana”, recordó Wojda. Aquella carta, afirmó, fue un bálsamo “para las heridas aún vivas de la guerra en la memoria de ambas naciones”, heridas hechas de “crímenes, destrucción, deportaciones y campos de concentración”.

El arzobispo Józef Kupny, anfitrión de las celebraciones, subrayó la vigencia del gesto: “Nos encontramos sesenta años después del intercambio de estas cartas y, desde esta perspectiva, sabemos cuánto han moldeado la Europa unida que vino después”. Para Kupny, aquellas palabras fueron “visionarias” y “adelantadas a su tiempo”.

En un mundo donde las tensiones internacionales resurgen con fuerza, los obispos recuerdan que la Iglesia está llamada a “hablar el lenguaje del Evangelio, no el de la política”. Porque —como dijo Wojda— “la reconciliación es posible, ya que Dios es más grande que nuestros miedos, y el Espíritu Santo atraviesa fronteras y muros”.

Noticias relacionadas