El arzobispo Gustavo Carrara destacó que el espíritu de la Jornada es hacer lugar en la mesa para los más frágiles y pensar juntos cómo salir de la pobreza
Ante la IX Jornada Mundial de los Pobres, creada por iniciativa del papa Francisco, Cáritas Argentina pidió tomar conciencia sobre una dolorosa realidad que padecen millones de personas en el mundo.
Afirmaron que el lema, “Tú, Señor, eres mi esperanza”, inspirado en el Salmo 71, expresa la confianza en el amor de Dios en medio de las dificultades y angustias. Además, el papa León XIV, explicó que la esperanza cristiana, es camino de certeza porque no depende de la fuerza humana sino de la promesa de Dios, que siempre es fiel.
La organización sostuvo que esta invitación conlleva a asumir responsabilidades. Si bien la pobreza tiene causas estructurales que deben ser afrontadas y eliminadas, todos deben crear signos de esperanza que testimonien la caridad.
El arzobispo de La Plata y presidente de Cáritas, Gustavo Carrara, comentó que el espíritu de la Jornada es de hacer lugar y de considerar a los más frágiles como dignos de sentarse en nuestra propia mesa, no solo para compartir el pan, sino también para pensar los caminos juntos para salir de esa situación: “que los más frágiles también se sienten en las mesas de las decisiones de cómo les gustaría proyectar su futuro y su vida“.
Cree que no hay que desatender la atención y la dimensión religiosa. Por eso, Cáritas considera su perspectiva de trabajo como desarrollo humano integral: se preocupa que en los barrios populares haya misiones, se levanten capillas, se organizan encuentros de formación para catequistas y animadores de comunidad para organizar la esperanza.
Cáritas responde, con particular compromiso, al llamado del Pontífice, con la convicción de que “los pobres no son una distracción para la Iglesia, sino los hermanos y hermanas más amados, porque cada uno de ellos, con su existencia, e incluso con sus palabras y la sabiduría que poseen, nos provoca a tocar con las manos la verdad del Evangelio“.
Toda forma de pobreza y la centralidad de los pobres en las comunidades son un llamado a vivir concretamente el Evangelio y a ofrecer signos eficaces de esperanza.
La institución aseguró la continuidad de su trabajo cotidiano con los sectores más humildes, y pretende ser fiel a su vocación de ayudar a transformar en signos de esperanza las dificultades de cada familia y cada comunidad, para “animar el protagonismo de los pobres, promover su dignidad y brindar oportunidades de inclusión social.
Para concluir, Cáritas invitó a todas las personas de buena voluntad a sumar su aporte a esta misión.