El prelado ha sido reconocido junto a otros como Federico García Lorca o Maruja Mallo
En el Día de Recuerdo y Homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra Civil y la dictadura, celebrado este viernes en el Auditorio Nacional de Madrid, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha situado la memoria como una tarea democrática irrenunciable. “La grandeza de nuestro país reside en nuestra capacidad para levantarnos de cualquier adversidad y emerger más fuertes”, ha afirmado al inicio de su intervención, evocando también el homenaje de esta semana a las víctimas de la DANA.
Durante el acto se entregarán 18 declaraciones de reparación y reconocimiento, que alcanzan a figuras emblemáticas de la cultura y a víctimas anónimas de la violencia y la represión: Federico García Lorca, María Moliner, Maruja Mallo o Luis Buñuel, junto a una bebé robada y su madre, las doce costureras de Víznar, artistas fusilados o exiliados y una superviviente del campo de Mauthausen.
Entre los homenajeados figura también Diego José Paulino Ventaja Milán, obispo de Almería entre 1935 y 1936, asesinado al comienzo de la guerra junto al obispo de Guadix por la persecución religiosa. Beatificado por Juan Pablo II en 1993, su memoria sigue viva en la capilla de los mártires de la catedral almeriense.
Hablando de la transición, “no fue todo idílico ni pacífico”, continuó Sánchez, coincidiendo con el ministro Ángel Víctor Torres en que “entre las renuncias más dolorosas estuvo el olvido de las víctimas”. Una “deuda pendiente” que, dijo, el Ejecutivo ha tratado de saldar en estos últimos años con medidas como las exhumaciones, la apertura del proceso para extinguir la Fundación Francisco Franco o la aplicación de la Ley de Memoria Democrática.
El presidente anunció que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes la concesión de la nacionalidad a casi 170 descendientes de brigadistas internacionales, un gesto de agradecimiento a quienes defendieron la República frente al fascismo.
Sánchez lamentó que uno de cada cinco españoles considere que la dictadura franquista fue “buena o muy buena”:
“Este revisionismo del franquismo anula nuestro futuro”, advirtió, señalando especialmente a los jóvenes “que sucumben a ese discurso”.
“Hay una labor lenta pero constante de deslegitimación de la democracia que busca falsear la historia y sentar las bases para demoler las libertades que tanto nos costó levantar”, aseveró el presidente.
