“Los conflictos están presentes en todas partes donde haya vida, pero no es la guerra lo que ayuda a afrontarlos ni a resolverlos. La paz es un camino permanente de reconciliación”. Así lo ha expresado León XIV, frente a distintos líderes religiosos, en el Encuentro Internacional de Oración por la Paz, organizado por la Comunidad de Sant’Egidio del 26 al 28 de octubre.
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Tras un momento de oración “según nuestras diferentes tradiciones religiosas”, el Papa lanzó un mensaje contundente contra la guerra y en favor de la reconciliación, y en el que agradeció la presencia de los participantes, subrayando que el mundo necesita un cambio: “¡Basta ya de guerras, con sus dolorosos cúmulos de muertos, destrucciones y exiliados!”.
Asimismo, León XIV defendió la fuerza espiritual como motor real de transformación, convencido de que la oración es “una gran fuerza de reconciliación”. En este sentido, el Papa advirtió contra la manipulación religiosa, señalando que “quien no reza abusa de la religión, incluso para matar”; y llamó a rescatar la esencia trascendente de lo sagrado: “Que los lugares de oración sean tiendas de encuentro, santuarios de reconciliación, oasis de paz”.
El Papa reza por la paz junto a los líderes religiosos en el encuentro de la Comunidad de Sant’Egidio
Construir la paz
Recordando las palabras de Juan Pablo II, quien en 1986 convocó a las religiones del mundo a Asís en un histórico “nunca más unos contra otros, sino unos junto a otros”, León XIV ha animado a “volver a empezar desde Asís, desde esa conciencia de nuestra tarea común, desde esa responsabilidad por la paz”.
“Todos los creyentes son hermanos”, ha dicho el Papa, apuntando que este encuentro se celebra en el marco del 60º aniversario de la declaración conciliar Nostra aetate. “Las religiones, como ‘hermanas’, deben favorecer que los pueblos se traten como hermanos, no como enemigos”, ha subrayado.
Y, recordando las palabras de Francisco dirigidas a Sant’Egidio en 2024, León XIV ha hecho suya esta instrumentalización política del nombre de Dios: “¡La guerra nunca es santa, sólo la paz es santa, porque es la voluntad de Dios!”, ha exclamado el Papa. “No podemos aceptar que este momento se prolongue más… ¡Basta! Es el grito de los pobres y el grito de la tierra. ¡Basta! ¡Señor, escucha nuestro clamor!”, ha continuado el pontífice.
León XIV ha concluido su discurso dirigiéndose a los dirigentes mundiales, a quienes ha instado a “poner fin a la guerra”, ya que este “es el deber impostergable de todos los líderes políticos ante Dios”. “Nos hacemos eco del deseo de paz de los pueblos… ¡Hay que atreverse a la paz!”, apuntó, concluyendo que “Dios quiere un mundo sin guerra. ¡Él nos librará de este mal!”.