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Cardenal Baltazar Porras denuncia boicot que le impidió oficiar misa en el pueblo natal de José Gregorio Hernández

| 26/10/2025 - 02:46

Militares fuertemente armados irrumpieron en el aeropuerto de Barquisimeto, donde esperaba una escala, para llegar a Isnotú donde encabezaría la fiesta litúrgica del nuevo santo





El cardenal Baltazar Porras, arzobispo emérito de Caracas, fue objeto de un boicot por parte del régimen de Nicolás Maduro este sábado 25 de octubre, cuando se disponía a viajar a Isnotú – tierra natal de José Gregorio –, donde celebraría una misa de acción de gracias por la fiesta litúrgica del nuevo santo este 26 de octubre.



El purpurado denunció que recibieron llamadas en la Conferencia Episcopal del viceministro de cultos, Edgar Arteaga, quien les advirtió de “la inconveniencia” de su presencia en esta misa, porque “tenían noticias de disturbios que pudieran ocasionarse allí”.

Luego en la medianoche del sábado, recibió un mensaje de correo y whatsapp de la aerolínea Conviasa anunciando que su vuelo había sido reprogramado para el 28 de octubre, información que, según Porras, era falsa, porque el vuelo donde viajaría “llegó a su destino sin inconveniente” como pudo corroborar.

Órdenes de arriba

Pese a los intentos de hacerlo desistir, el cardenal Porras tomó un vuelo privado con cinco personas, cuando “en pleno aire le informan a los pilotos que debían hacer escala en Barquisimeto, porque hay vientos muy fuertes en el aeropuerto de Valera y permanecía cerrado”.

“Nos fuimos dando cuenta de que algo extraño estaba ocurriendo”, cuenta Porras, porque luego del anuncio “logramos obtener información directa de que el aeropuerto de Valera no estaba cerrado”.

Un inusitado despliegue militar causó estupor en el aeropuerto de Barquisimeto, “nos vimos rodeados de una cantidad de militares armados hasta los dientes”. Frente a ello quisieron contratar servicios de transporte terrestre, pero los militares lo impidieron.

El cardenal no pudo salir hacia Isnotú ni tampoco recibió explicación alguna del dispositivo militar desplegado, “son órdenes de arriba [superiores]”, me indicaron. Sin duda, esto significa “flagrante atropello”, lamentó

Tras este impase, el cardenal regresó a Caracas; sin embargo, ha invitado a las autoridades a reflexionar sobre estos hechos, nada justifica que no haya libertad de movilización para un ciudadano que no haya cometido delito.

Por supuesto, aclaró que no recibió ningún tipo de agresión física, “pongo esto para que cada quien saque sus propias conclusiones”, al mismo tiempo recordó a quienes ejercen el poder que esta “no es la forma de celebrar el ejemplo que nos deja José Gregorio y que sirva de reflexión para todos”.

 

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