Los obispos priorizaron las regiones de Buenaventura, Chocó, San Vicente del Caguán y el sur de Bolívar para aplicar lo que han denominado la “sinfonía operativa”
Equipos del servicio para el perdón, la reconciliación y la paz de la Conferencia de Obispos de Colombia han sesionado, en Bogotá, del 7 al 8 de octubre, para armar un plan especial de atención para territorios afectados por la violencia.
Han priorizado las siguientes regiones: Buenaventura, Chocó, San Vicente del Caguán y el sur de Bolívar junto a Barrancabermeja para implementar una “nueva estrategia” de articulación bajo el nombre de “sinfonía operativa”.
Gabriel Villa, arzobispo de Tunja y vicepresidente del Episcopado, explicó que esta planeación estratégica se fundamentó en el discernimiento espiritual conectado con la imagen de la orquesta sinfónica, metáfora usada por el papa Francisco cuando explicaba la sinodalidad.
“Hemos pensado que focalizar en los territorios es lo mejor, porque cada territorio tiene sus propios énfasis”, indicó.
Los prelados trabajaron con apoyo de equipos multidisciplinarios, integrado por laicos especialistas en temas de paz. Aplicaron la metodología del mapeo, donde cada quien definió “qué hace, qué no hace y qué necesita de los otros”.
María Victoria Llorente Sardi es integrante del grupo asesor. Sobre la estrategia mencionó que se basó en el diálogo con los distintos obispos que hacen parte del servicio para “entender cuáles son las realidades complejas que ellos están enfrentando”.
Fue de este modo como de manera colectiva lograron diseñar fichas de acción para 6 meses, enfocadas en los ejes priorizados de las regiones seleccionadas.
Para Camilo Bernal Hadad, sacerdote y también miembro del Grupo Asesor del Servicio, “la Iglesia tiene este ministerio de reconciliar a los colombianos y quizás no hay tarea más importante”.
“Eso implica escucharnos a todos y eso implica atender a unos y otros, saber que pensamos diferente, pero que todos tenemos un destino común y es nuestra patria Colombia”, añadió.
El servicio para el perdón, la reconciliación y la paz está integrado por tres componentes: obispos de territorios afectados por el conflicto, grupo asesor y secretaría técnica. Cada uno se comprometió a aplicar los acuerdos establecidos en este encuentro.
Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura, insistió en la importancia de trabajar en equipo y de manera articulada, “no cada quien por su lado, sino todos en armonía como una gran orquesta”.
A la par con este evento, Cáritas celebró el ‘Encuentro de Estrategias de Incidencia Social’ con la participación de 46 organizaciones comunitarias de base que trabajan en la construcción de paz en territorios afectados por el conflicto.
Estas dos acciones constituyen un punto de inflexión en la misión por la paz de la Iglesia colombiana sobre todo cuando la locura de la violencia amenaza con volver con más fuerza.