La Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia acoge el acto de Obras Misionales Pontificias ante la Jornada Mundial de las Misiones
El próximo domingo, 19 de octubre, se celebrará en todo el mundo la Jornada Mundial de las Misiones, el Domund. A medida que nos acercamos crecen las iniciativas y la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia ha acogido este miércoles, 15 de octubre el pregón de esta celebración en España organizado por Obras Misionales Pontificias. El arzobispo de Valencia, Enrique Benavente, ha mostrado a los misioneros su cariño y admiración, por la entrega de la vida y destacado la labor del pregonero, el cineasta Juan Manuel Cotelo.
“¿Por qué ser misionero?”, “¿qué necesidad tenemos de meternos en líos?”, se cuestionaba Cotelo ante la tentación de la indiferencia. Por ello, presentó dos razones por las que ser misionero: el amor y el envío de Jesús. “El amor no soporta la distancia ni la indiferencia, el amor siempre da un paso; el amor es darse”. “¿Cómo no anunciar buenas noticias en un mundo tan castigado por malas noticias? ¡No es justo callar la verdad frente a la mentira!”, reclamó Cotelo animando a todos al compromiso ya que “esta noticia es tan maravillosa que cómo no anunciarla”.
Además el pregonero ha mostrado su reconocimiento a tantos misioneros “que han salido de su zona de confort, por el amor a Dios y al prójimo sin clasificaciones”, y ha reivindicado tantos misioneros anónimos, “personas que van sin careta mostrando el rostro de Cristo”. Por ellos rezó a la Virgen de los Desamparados y animó a todos a “no dejarles solos, con la oración y el donativo”. “Nadie tiene vocación de espectador, todos tenemos la llamada de ir al mundo entero”, concluyó el director de cine.
