El obispo, Adolfo Canecín, afirmó que están llamados a salir y a a ir más allá porque la misión no es un capricho, sino un deseo del Padre
Los misioneros de los siete departamentos de la diócesis de Goya tuvieron en la ciudad de Mercedes (Corrientes), un encuentro que se desarrolló con el lema: “Peregrinos de esperanza entre los pueblos”.
Para participar de la misión diocesana, los grupos presentes salieron a visitar a las familias de los barrios asignados, acompañados por los servidores de las comunidades anfitrionas.
Asimismo, se realizó la Expo Carismas con el objetivo de reflejar los dones y servicios que enriquecen la Iglesia diocesana. Allí, cada comunidad presentó sus carismas con distintos recursos para el conocimiento de los fieles, y los invitaron a sumarse a las actividades pastorales.
El obispo de Goya, Adolfo Canecín, presidió la Eucaristía al final de la jornada, insistiendo en las prioridades pastorales de la diócesis: “una Iglesia en salida: la misión que brota de la centralidad en Cristo”. Este camino pastoral que están encarando se enlaza con el Plan Diocesano de Pastoral al que están todos invitados a sumarse.
Sostuvo que desea que esta actividad misionera en toda la diócesis siga en consonancia con el plan porque lo que realmente edifica es vivir en comunión junto a toda la comunidad. Cree que si en cada área o grupo pastoral Jesús es verdaderamente el centro, la actitud que brota es la misión.
“La misión renueva y rejuvenece a las personas y a las comunidades. Por eso, estamos llamados a planificar nuestras actividades -grupos, movimientos y pastorales- desde el Plan Pastoral Diocesano. Hay que revisarlo, potenciando y viviéndolo en comunión, porque sólo así se construye la Iglesia”.
Asimismo, recordó la importancia de la misión ad gentes, ese llamado a llevar la Palabra de Dios a todas las naciones, “porque la palabra de Dios no está encadenada”.
“Dios quiere que todos se salven, no sólo quienes se acercan al templo; por eso, estamos llamados a salir, a ir más allá. La misión no es un capricho, una moda de algunos, sino el querer mismo del Padre”, destacó Canecin.
Especificó que el termómetro de mi filiación es la misión: “Dime cuánto misionas y te diré cuán central es Jesús en tu vida”, remarcó.
Finalmente, invitó a mirar los testimonios de Santa Teresita, san Francisco Javier y Mama Antula, que vivieron cada uno a su modo la misión, y “en salida”, porque Jesús era el centro de sus vidas.