América

Iglesia rinde homenaje a la colombiana Inés Arango, martirizada en la Amazonía y en camino a los altares

| 24/09/2025 - 17:06

El legado de la colombiana va más allá de su asesinato, porque “nos recuerda el poder de la fraternidad, ella nos sigue gritando que es posible”





La Red Eclesial Panamazónica (Repam) ha homenajeado a Inés Arango, religiosa colombiana, asesinada en 1987 en la selva ecuatoriana mientras realizaba labores misioneras junto a un obispo español Alejandro Labaka.



En un nuevo capítulo de la serie ‘La Vida por la Amazonía, la Repam retrató la historia de Arango, terciaria capuchina, quien en vida se dedicó a la misión con pueblos indígenas.

León XIV, en una de sus primeras acciones como Papa, firmó en mayo un decreto que autoriza avanzar en el proceso de beatificación, reconociendo con ello “ofrenda de vida”, para que otros no fueran asesinados.

Es que Labaka como Arango se internaron en la selva para evitar enfrentamientos entre comunidades indígenas en aislamiento y las petroleras sin imaginar que serían atacados con lanzas y flechas.

Respeto a las culturas

El documental se lanzó en el marco de la asamblea del Vicariato Apostólico de Aguarico (Ecuador), donde religiosos, religiosas, misioneros, laicos continúan la misión de la monja martirizada.

Ximena Lombana, secretaria de la Repam, y Adalberto Jiménez, obispo de Aguarico, encabezaron esta gala. Ambos recordaron que su labor misionera se caracterizó por la cercanía, el respeto a las culturas y la opción decidida por la vida.

El trabajo audiovisual destaca las misiones amazónicas, conocidas como “misiones de frontera”, donde la presencia de los misioneros no es colonizadora, sino respetuosa de las culturas locales.

“Los misioneros no imponen a Dios, lo comparten. Son personas que caminan con la gente, que escuchan y que anuncian con la vida”, se aprecia en uno de los relatos.

El poder de la fraternidad

Arango era muy cercana, acompañaba a las mujeres indígenas, preparaba alimentos junto a las familias y participaba activamente en la vida comunitaria.

Aunque “flaquita y pequeña”, la religiosa colombiana contaba con una fuerza interior inmensa, capaz de pedir permiso a su congregación para vivir en los lugares más apartados.

El documental denuncia la difícil situación de los pueblos indígenas, quienes han enfrentado violencia, explotación petrolera y amenazas constantes a sus territorios.

El legado de la colombiana va más allá de su asesinato, porque alecciona sobre el poder de la fraternidad, “Inés nos sigue gritando que es posible, que el respeto a lo diferente es posible”.

En la producción también participó la red Signis de América Latina. El objetivo es inspirar y
movilizar a comunidades, instituciones y personas en todo el continente para que el sacrificio de Inés Arango se traduzca en acciones de cuidado, respeto con la Amazonía.

Foto: Repam

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