En medio de una asonada por habitantes de la vereda Siloé de Villagarzón, al sur del país, dos militares fueron rociados en gasolina y les prendieron fuego
Soldados colombianos quemados
La Iglesia colombiana ha condenado el ataque a dos soldados que se encontraban en operaciones de erradicación de cultivos de coca en la vereda Siloé de Villagarzón, en Putumayo, al sur del país.
Según reseñan medios locales, los militares fueron interceptados por campesinos de la zona en medio de una asonada, los rociaron con gasolina y prendieron fuego, dejándolos gravemente heridos.
Ambos funcionarios se encuentran en Bogotá, internos en el Hospital militar, bajo pronóstico reservado.
La diócesis de Mocoa Sibundoy, mediante un comunicado suscrito por su administrador apostólico, Juan Carlos Cárdenas, rechazó este hecho que atenta contra las mínimas reglas de humanidad y el derecho internacional humanitario.
Cárdenas, quien es obispo de Pasto, recordó que la Iglesia en su misión evangelizadora siempre defenderá “el valor de la vida como don valioso de Dios” para cuidarla y custodiarla.
Expresó su solidaridad y cercanía con los militares afectados y sus familias, toda vez que hizo un llamado a todos a “mantener la serenidad y el respeto por la dignidad humana”.
Recordó que desde el 6 de septiembre, en toda Colombia, celebran la Semana por la paz, por lo que será un momento propicio para clamar por el fin de la violencia.
En especial, abogó para que cada colombiano no desfallezca en el anhelo de la paz, que cada territorio, comunidad, sea escenario de la paz, donde “cada persona pueda reflexionar sobre la necesidad urgente de ser constructores y artesanos de paz”.