El ‘Juicio Final’ de la Capilla Sixtina afrontará una nueva gran restauración en 2026

Durante tres meses, hasta Semana Santa, los andamios cubrirán la pared principal del espacio visitado por 7 millones de personas al año

Capilla Sixtina (Juicio final)

En cuanto concluya el año jubilar, entre enero a marzo de 2026, unos andamio cubrirá el ‘Juicio Final’ de la Capilla Sixtina para realizar una inspección y una limpieza excepcional. Así lo ha comunicado el nuevo director del Laboratorio de Restauración de Pinturas y Maderas de los Museos Vaticanos, Paolo Violini, en una entrevista en los medios vaticanos.



Este mantenimiento especial con el que se estrena Violini, en el cargo desde el pasado 1 de agosto, implica que “se levantará un andamio que cubrirá toda la pared” oeste de la capilla que acoge los cónclaves. Precisamente este fresco es el principal del especio sacro, situado en la pared del altar de la capilla que es el reclamo principal de todos los Museos Vaticanos.

En Semana Santa, concluido

Violini explicó que el andamio de esta restauración “estará compuesto por una docena de plataformas de trabajo equipadas con un elevador que, para reducir el tiempo de trabajo y no obstaculizar la vista del público, permitirá trabajar con entre 10 y 12 personas simultáneamente y observar la obra de cerca”. El plan de trabajo contempla “liberar la pared antes del inicio de la Semana Santa”, en el mes de marzo.

Aunque en la capilla se realiza un mantenimiento anual con la ayuda de una plataforma elevadora mecánica, los 7 millones de visitantes anuales dejan su huella, así como el polvo, la humedad y el dióxido de carbono… más allá del sistema de filtración de aire que regula la temperatura dentro de la capilla.

Los cardenales, en la Capilla Sixtina, en el inicio del cónclave

Los cardenales, en la Capilla Sixtina, en el inicio del cónclave

Seguir conservando

Esta intervención no será de la profundidad de la gran restauración realizada entre 1990 y 1994 –Violini era un joven restaurador recién contratado por el Vaticano entonces–, en el marco de la restauración global de los frescos de la Capilla Sixtina y que inauguró solemnemente Juan Pablo II. Y es que, señaló en un comunicado el Vaticano, “las consecuencias del cambio climático que estamos viviendo también tienen un impacto importante en la conservación del patrimonio artístico, sobre todo cuando se suman al problema del turismo de masas, cada vez más desarrollado”; por ello, “las estructuras históricas y monumentales como las nuestras deben afrontar retos diarios para satisfacer las necesidades de conservación, modernizando las instalaciones y optimizando los flujos de visitantes según las exigencias”.

Además, también se espera restaurar la logia de Rafael, en la segunda planta del palacio Apostólico del Vaticano, “un trabajo exigente y muy delicado que nos mantendrá ocupados durante unos cinco años”. Se trata de una galería de 65 metros de largo decorada con escenas bíblicas diseñada por Rafael y realizada por sus alumnos, entre los que se encuentran Giovanni da Udine, Giulio Romano, Perin del Vaga y otros. Por dicho pasillo entrar los jefes de estado y de gobierno que visitan al Papa y acceden por el patio de San Dámaso.

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