El Colegio San José, símbolo de educación cristiana en Nicaragua, fue confiscado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que lo acusa de servir como centro de torturas durante las protestas de 2018
Hermanas josefinas en Nicaragua. Foto: Martha P. Molina
Las hermanas josefinas ya lo esperaban, y por ello adelantaron la liquidación del personal. Y es que, desde que el Colegio de San José de Jinotepe se negó a izar la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional en las marchas patrias de septiembre del año pasado, las religiosas comenzaron a recibir presiones y visitas de algunos miembros de la Procuraduría, brazo ejecutor de Daniel Ortega para confiscar bienes.
Finalmente, la confiscación tuvo lugar este 12 de agosto, bajo el argumento de que el emblemático colegio -fundado en la década de los 80’s del siglo pasado- fue un centro donde los ‘golpistas’ torturaron y asesinaron a miembros del movimiento sandinista en 2018, cuando en Nicaragua surgieron las protestas en contra por una reforma al sistema de seguridad social.
En aquel entonces, la Iglesia cuestionó fuertemente las represiones en contra de los manifestantes, y varios templos y centros educativos de inspiraciones cristiana, entre ellos el Colegio San José de Jinotepa, atendieron a heridos y protegieron a los manifestantes de la represión armada del gobierno.
En su argumento, la copresidenta Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega, explicó que el colegio ha sido trasladado al Estado “por ser emblemático de la barbarie, pero al mismo tiempo de la lucha digna y victoriosa, en este caso de las familias de Jinotepe que vencimos el golpismo”.
También adelantó que llevará por nombre Bismarck Martínez, pues según el gobierno nicaragüense, los golpistas lo asesinaron en los predios aledaños del colegio. Por el momento, las clases han sido suspendidas y comenzará a operar la próxima semana, con sus 600 estudiantes, de kínder, primaria y secundaria.
La noticia fue difundida en un primer momento por la abogada nicaragüense en el exilio, Marta Patricia Molina, a través de sus redes sociales: “Día infame para la libertad religiosa de Nicaragua. Dictadura confisca colegio San José de las hermanas Josefinas en Jinotepe. ‘Un logro de la paz, hubo un centro donde se torturó y se asesinó con el golpismo. Esos crímenes ocurrían en el Colegio San José y este colegio ha sido trasladado al Estado por la barbarie que se cometio’. Fueron parte de las palabras que vociferó la codictadora Rosario Murillo hoy en su alocución de mediodía”.
En otro mensaje, a través de la red social X, comentó: “Además de confiscar la propiedad de las monjitas, la codictadora Rosario Murillo les llama asesinas y torturadoras. Sin embargo, todos sabemos que las hermanas Josefinas, desde que se establecieron en Nicaragua en febrero de 1915 han educado a niños y niñas en valores cristianos“.