A través de un subsidio que contiene oraciones y actividades, la Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes, destaca que el objetivo es dar gracias a Dios “por el don de la juventud” y renovar el “compromiso por seguir construyendo la civilización del amor”
Jóvenes de México: Foto: Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes
Los jóvenes de México se preparan para celebrar el ‘Día nacional de la juventud católica mexicana’, este 17 de agosto; para tal fin, la Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes dispuso de un subsidio que contiene oraciones y actividades, con el objetivo de dar gracias a Dios “por el don de la juventud y celebrar con alegría el regalo de la fe, para que con su fuerza dinamizadora, su espíritu de lucha y su protagonismo evangélico, renovemos nuestro compromiso por seguir construyendo la civilización del amor“.
En el documento se encuentra una carta de los obispos de México, dirigida a los jóvenes y adolescentes, en la que les agradecen su amor y servicio a la Iglesia, “y lo más valioso: su juventud por la causa de Cristo“; también les recuerdan que ser cristiano, “ser católico y celebrar nuestra fe no es motivo de vergüenza para nadie, sino de la expresión y comunicación de tu relación con el amor misericordioso de Dios, un día para compartir con todos la alegría de tu fe, el sentido que das a tu vida, el alcance de tus más profundos anhelos de joven y tu compromiso cristiano con la construcción de un mundo mejor para todos”.
En el subsidio se comparten ideas de cómo celebrar el ‘Día nacional de la juventud católica mexicana’, entre ellas la catequesis, eucaristía, hora santa, Lectio Pastoralis, Lectivo Divina, orientaciones para un torneo deportivo, conciertos o tardeadas, rally y actividades lúdicas, además de un ‘Decálogo del joven católico’.
Asimismo, se comparte la siguiente ‘Oración de la juventud y del adolescente‘:
“Señor Dios, te damos gracias porque nos has dado a tu Hijo, esperanza nuestra, porque Él es la más hermosa juventud de este mundo y todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida.
Te damos gracias por el regalo de la juventud, por el entusiasmo, los sueños y la búsqueda sincera de sentido que habita en el corazón de cada adolescente y joven de México.
En este camino hacia el Jubileo Guadalupano y el Jubileo de la Redención, te pedimos que mantengas encendida en nosotros la llama viva de la fe, que nos hagas discípulos misioneros, testigos valientes de tu amor en nuestras familias, con nuestros amigos, en nuestras comunidades juveniles, en las escuelas y en nuestros centros de trabajo.
Madre Santa de Guadalupe, Tú que viniste al encuentro de Juan Diego, enséñanos a escuchas la voz de Dios en lo profundo del corazón, a servir con alegría y a construir un México más justo, fraterno y solidario.
Danos, Señor, la fuerza para vivir con esperanza, la valentía para transformar la realidad que nos duele, y el amor para tender la mano a quien más lo necesita. Haznos parte activa de la historia que Tú sigues escribiendo con nosotros”.