El exembajador Javier Rupérez
Presidente de Denaria, la plataforma que defiende el uso del dinero en efectivo, Javier Rupérez es una figura de referencia en la diplomacia española. Fue embajador de España ante la OTAN, la OSCE y Estados Unidos, además de desempeñar cargos en destinos clave como Polonia, Finlandia, Etiopía y Suiza. Su trayectoria política y diplomática está marcada también por su secuestro a manos de ETA en 1979, un episodio que le convirtió en símbolo de resistencia democrática.
PREGUNTA.- En tiempos de móviles, Bizum, etc., ¿por qué es necesario defender el dinero en efectivo?
RESPUESTA.- El uso de dinero en efectivo es un derecho y un servicio esencial, ya que es moneda de curso legal, sin comisiones y accesible incluso en casos de fallos de internet o de electricidad, a diferencia de los pagos digitales. (…)
P.- ¿Por qué el dinero en metálico no es una reliquia del pasado y es garantía de libertad?
R.- Una encuesta de 2024 realizada por Denaria y GAD3 confirma que el efectivo sigue siendo el medio de pago más accesible, seguro y privado, con amplio respaldo ciudadano por su privacidad, baja vulnerabilidad al fraude, fiabilidad y utilidad para controlar gastos.
P.- Disminuye el número de cajeros, se cierran sucursales bancarias… y pienso, sobre todo, en la gente mayor.
R.- La digitalización ha reducido cajeros y oficinas bancarias, afectando especialmente a mayores y zonas rurales. Aunque el efectivo sigue usándose, Denaria y algunas instituciones locales proponen soluciones para garantizar su acceso. (…)
P.- Todos recordamos su secuestro. ¿Cómo se sobrelleva una situación así?
R.- Rezando. Afirmando la propia consistencia. Confiando en la respuesta adecuada de quienes en el exterior tenían como fin fundamental la lucha contra el terrorismo de ETA. Rezando.
P.- Es usted, entonces, un hombre religioso…
R.- Soy católico, apostólico y romano. Es la fe que recibí en mi familia, que los marianistas del Colegio del Pilar en Madrid me enseñaron a profundizar, y que nunca me ha faltado, en buenos, malos y regulares momentos de mi vida.
P.- ¿Qué opinión le merece el papa León XIV?
R.- Una primera impresión excelente. Abierto, dialogante, profundo y, al tiempo, evocador de las mejores tradiciones intelectuales y doctrinales de sus mejores predecesores: por supuesto, León XIII, pero también Juan XXIII y Juan Pablo II, por ejemplo. Espero que pronto pueda realizar el viaje que su antecesor no pudo o no quiso materializar a esta nuestra tierra española, la de santa Teresa de Jesús, san Ignacio de Loyola y san Francisco Javier.