Propusieron a las comunidades y fieles de la provincia “caminar juntos el gozo de la misión”
Los obispos de las seis diócesis que conforman la provincia de Córdoba, reunidos durante la semana pasada en la casa oración “Timoteo Giaccardo” de las Hermanas Pías Discípulas, destinaron un mensaje a sus coterráneos, recordando el texto de 1 Cor 9, 16: “Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!”.
Comentaron que abordaron diversos aspectos de la vida de fe y misión de las Iglesias diocesanas en el contexto actual de la provincia y del país.
Reiteraron lo que compartían en febrero pasado al finalizar la primera reunión del año en Villa Cura Brochero: el Espíritu Santo los urge a reavivar la animación misionera de las comunidades: “creer en Jesucristo y anunciar su Evangelio es nuestra alegría y nuestra misión fundamental. Este anuncio es inseparable de una paciente animación de la cultura del encuentro, la amistad social y la fraternidad, como insistiera tantas veces el papa Francisco”.
Después de las buenas experiencias de misión en Deán Funes y Villa María, programaron una nueva para el próximo año, con fecha a confirmar y probablemente en la arquidiócesis de Córdoba. Anticipadamente, piden a las comunidades que los reciban para “caminar juntos el gozo de la misión”.
Seguidamente, compartieron que hicieron un repaso con varios temas en los que las personas y las comunidades fueron el eje del análisis, como los desafíos, las dificultades y las esperanzas en esta hora de la Iglesia y la provincia:
Repasaron otras áreas de la misión: catequesis, educación, Cáritas. Pero destacaron con acento prioritario la misión evangelizadora de nuestras iglesias. “en la hora actual del país y de la provincia, vemos fundamental animar la dimensión social de la evangelización”, enfatizaron. Creen que, ante el clima de polarización y violencia verbal como estrategia política, deben seguir insistiendo en la fraternidad, la amistad social y una cultura del encuentro, valores fundamentales para la convivencia de los ciudadanos.
Agregaron que, por décadas, una cadena de desaciertos económicos, llevaron a este presente de incertidumbre y malestar. Consideraron que esto no podrá ser solucionado sin contar con un debate público de calidad y, sobre todo, sin una convivencia ciudadana animada por la caridad que apunta al bien común, especialmente de los más pobres y descartados.
Como pastores se comprometieron a seguir haciendo oír su voz, con paciencia y perseverancia, y alentando diversas iniciativas para difundir la doctrina social de la Iglesia, centrada en la dignidad del ser humano, la opción por los pobres y la justicia social.
Agradecieron al Señor estos días compartidos en la oración, el diálogo y el discernimiento pastoral de estos temas que hacen a la vida, la fe y la misión de las iglesias locales. Y como peregrinos de esperanza en este Año jubilar, se confiaron a la Patrona de la provincia, la Santísima Virgen del Rosario, al Santo Cura Brochero y al beato obispo Fray Mamerto Esquiú que iluminó con su vida y con su palabra a la querida provincia de Córdoba.