El fundador del proyecto, Pablo Licheri, explica cómo esta iniciativa laica está acercando a millones de personas a la Eucaristía
Coincidiendo con el Jubileo de los Misioneros Digitales e Influencers Católicos que se celebra estos días en Roma, la aplicación ‘Horarios de Misa’ ha alcanzado un hito global: más de dos millones de descargas en todo el mundo.
El proyecto, completamente gratuito, nació hace más de una década como respuesta a una inquietud espiritual vivida en un retiro y se ha convertido en una herramienta indispensable para millones de fieles que buscan una iglesia cercana donde vivir la Eucaristía.
“Lo empecé en mis ratos libres hace 12 años, cuando trabajaba en un banco, algo desmotivado por el ritmo corporativo”, cuenta Pablo Licheri, su fundador y actual CEO. “Fue en un retiro donde me impresionó la frase: ‘Cada misa tiene un valor infinito’. Entonces sentí que tenía que usar mis conocimientos en sistemas para algo que ayudara espiritualmente a los demás”.
Desde ese momento, lo que comenzó como un hobby programado los fines de semana fue creciendo “milagro tras milagro”, como él mismo describe. Hoy, ‘Horarios de Misa’ está disponible en 9 idiomas, incluye datos de más de 125.000 iglesias en 245 países y permite encontrar misa, confesión o adoración en cualquier parte del mundo. Todo ello, gracias a una comunidad de más de 75.000 colaboradores que actualizan mensualmente los datos más de 7.000 veces.
El crecimiento de la aplicación no responde a campañas de marketing millonarias, sino a un sencillo “boca a boca” digital. “La clave fue permitir que los usuarios puedan corregir, agregar y actualizar información de forma muy fácil. Lo hacen porque ven que sí se responde. Tengo un equipo que en minutos responde los emails y sube los datos. Ese compromiso genera un círculo virtuoso”.
Actualmente, la plataforma es utilizada por familias, jóvenes, viajeros, misioneros y sacerdotes. “Tenemos testimonios de todo tipo”, señala Licheri. “Desde un señor que lleva 13 años yendo a misa diaria gracias a la app, hasta una familia que, en pleno invierno en Alaska, encontró una iglesia en medio de la nieve. O aquel usuario en Roma que pensó que por primera vez fallábamos… ¡y al final resulta que era el sacerdote quien llegaba tarde!”.
Más allá de la utilidad tecnológica, ‘Horarios de Misa’ representa una forma concreta de vivir la evangelización digital, tan promovida por el fallecido papa Francisco. “Yo no canto ni predico, pero sé de software y manejo datos. El celular es donde está la gente hoy. Usarlo para encontrar a Dios es ‘samaritanear’ el continente digital, como dice el Papa. La app es un puente hacia la gracia: no evangeliza en sí, pero facilita el encuentro con los sacramentos, que son lo que transforma”.
En cuanto a este Jubileo que va a vivir el papa León XIV, Pablo no duda: “Le agradecería de corazón este Jubileo. Apostar por los misioneros digitales es apostar por llegar a todos, también a los que están lejos o heridos. Muchos encuentran en la red una voz que les habla de Dios de forma cercana y verdadera”.
La aplicación se mantiene sin anuncios ni coste alguno para el usuario. Durante años, Pablo y su esposa costeaban todo de su bolsillo. Hoy, la app se sostiene gracias a donaciones voluntarias y a la colaboración técnica de miles de usuarios. “Es un proyecto cien por cien laico, sin grandes estructuras detrás. Pero Dios ha hecho mucho con muy poco”, reconoce.
El próximo objetivo es ambicioso: llegar a 10 millones de almas para 2028. “Parece mucho, pero el entusiasmo es enorme. La gente la recomienda sola, se convierte en fan y embajador. Cuantos más la usan, mejor es para todos. Es un win-win espiritual”.