Guerra en RD Congo
El Estado Islámico asesinó la noche del sábado a, al menos, 43 católicos en la parroquia Bienaventurada Anuarite, en la localidad de Komanda, provincia de Ituri, al noreste de República Democrática del Congo.
Entre las víctimas de la masacre habría nueve menores de edad, según ha confirmado la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco).
Aimé Lokana Dhego, párroco de la iglesia atacada, ha declarado a la agencia AFP que varios jóvenes fueron secuestrados durante la incursión: “No tenemos noticias de ellos”.
Las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), rebeldes de origen ugandés mayoritariamente musulmanes que en 2019 juraron lealtad al Estado Islámico, son los atacantes, tal y como informa un portavoz militar en la región de Ituri.
El ejército congoleño denunció la “masacre a gran escala” y explicó que los fieles “fueron sorprendidos y asesinados con machetes”, habiendo un gran número de heridos aún sin cuantificar. En un comunicado, añadieron que “ante la presión constante que enfrentan, los ADF han optado por vengarse atacando a poblaciones pacíficas e indefensas para sembrar el terror”.
La acción acaba con meses de relativa calma en esta región fronteriza con Uganda, donde los ejércitos congoleño y ugandés lanzaron a finales de 2021 una operación conjunta para acabar con las ADF. Aun así, este grupo ha matado a miles de civiles y ha incrementado sus saqueos y matanzas en el noreste del Congo, según recoge AFP.
La representante especial adjunta del secretario general de la ONU y jefa interina de Monusco, Vivian van de Perre, ha señalado que “estos ataques dirigidos contra civiles indefensos, especialmente en lugares de culto, son no solo indignantes, sino contrarios a todas las normas de derechos humanos y derecho internacional humanitario”, ha subrayado.
La ofensiva ha provocado una fuerte condena del Gobierno congoleño, cuyo portavoz, Patrick Muyaya, ha denunciado el “horroroso ataque contra poblaciones inocentes”.
El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, ha enviado un telegrama de León XIV a Fulgence Muteba Mugalu, presidente de la Conferencia Episcopal de Congo, expresándole sus condolencias.
El Papa ha recibido con “consternación y profundo pesar el atentado”. Robert Francis Prevost “se une al duelo de las familias y la comunidad cristiana gravemente afectadas, expresándoles su cercanía y asegurándoles sus oraciones”.
“Esta tragedia nos insta a trabajar por el desarrollo humano integral de la devastada población de esta región. Su Santidad, ruega a Dios que la sangre de estos mártires sea semilla de paz, reconciliación, fraternidad y amor para todo el pueblo congoleño”, ha subrayado.