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La Justicia chilena declara sobreseído el proceso por abusos a ex sacerdote Cristián Precht

| 27/07/2025 - 10:00

  • Después de 7 años el fallo dice no haber fundamentos y declara prescrito el proceso
  • En septiembre de 2018, el papa Francisco ordenó la dimisión del estado clerical de quien fue vicario de la Solidaridad en la década de los 70





La Corte de Apelaciones de Santiago declaró sobreseída la causa judicial iniciada en 2018 contra Cristián Precht Bañados, ex vicario de la Solidaridad del Arzobispado de Santiago quien fue reducido a la condición laical por el papa Francisco en septiembre de ese año.



El tribunal determinó que se había “superado con creces, en lo que a él respecta, el tiempo de prescripción de la acción penal de los ilícitos objeto de las querellas” y decidió sobreseer “definitiva y parcialmente este procedimiento” por no haber diligencias ni antecedentes pendientes. El acusado nunca estuvo con medidas cautelares durante el proceso.

Denuncias por abusos

Precht era acusado de delitos de connotación sexual en contra de menores en 1979 y 1987. Una primera denuncia en 2011 motivó que el Vaticano lo suspendiera por 5 años del ejercicio sacerdotal. En 2018 las acusaciones por abusos contra integrantes del clero tuvieron fuerte repercusión en el país, motivando la intervención del Papa y la renuncia de todos los obispos chilenos. En ese ambiente, nuevas acusaciones contra Precht abrieron esta nueva causa en los tribunales civiles de Chile y el proceso eclesiástico llevó al Papa a ordenar, de forma inapelable, su reducción a la condición laical.

Ahora, ante esta resolución su abogado, Luciano Fouillioux, destacó que se trata “de un buen fallo, que pone remedio final al trato inmisericorde que se le dio por algunas personas a Cristián Precht en los últimos años. Trato que no solo no merecía, sino que además, atendida su inocencia de las imputaciones realizadas, siempre cooperó por siete años con la justicia. No hubo delito atribuible en sede judicial al señor Cristián Precht Bañados”.

Esta historia judicial se origina en 2011 con una denuncia de presunto abuso sexual a la que luego se sumaron otras que originaron una investigación de la Arquidiócesis de Santiago y del Vaticano que reconoció “noticias verosímiles de conductas abusivas con mayores y menores de edad” por parte de Precht y otros sacerdotes. Esto provocó la suspensión, en 2012, de sus funciones sacerdotales; sanción que se cumplió en diciembre de 2017. Durante ese tiempo, Precht siempre protestó su inocencia.

“Incluso la Congregación de la Doctrina de la Fe me liberó de esas acusaciones porque eran inconsistentes. Si hubieran sido de menores, en ese mismo momento salgo del ministerio sacerdotal. Ese fue el único caso eclesiástico” en que estuvo involucrado, nos explica en el Hogar de adultos mayores donde ahora vive.

No hay delito

No oculta su satisfacción por el actual fallo. “Este es un fallo de la Corte de Apelaciones que viene después de 7 años y algunos meses. Lo más importante es que aclara que no hay delito alguno y que el sobreseimiento es por el tiempo transcurrido y también porque no hay delito. Esto último para mí es lo más importante. Yo sabía que no había delito, pero probar la inocencia es lo más difícil que hay. En Chile, como en la Iglesia, se ha perdido el principio fundamental que nadie es culpable mientras no se demuestre lo contrario. Hoy hay que demostrar la inocencia”, nos afirma Precht.

Le costó aceptar que tenía que defenderse de su Iglesia por lo que no quería tener abogado. Cuando fue necesario buscó en el Tribunal eclesiástico de Santiago y pidió a Raúl Hasbún, quien consideró un privilegio defenderlo, nunca le cobró, trabajó con dedicación, cariño y mucha inteligencia, asegura Precht.

Es crítico de la aplicación de justicia en la Iglesia. “En todos esos años la justicia eclesiástica se caracterizó por ser ineficiente. Creo que ahora está mejor, pero en ese momento estaban comenzando estos casos y se cometían muchos errores. Desde luego podría haber alegado inexistencia de juicio justo, no lo hice simplemente porque la Congregación de la Fe no contestaba las cartas, uno no sabía lo que ellos habían recibido porque no lo decían. No me permitían leer los documentos, hasta meses después que los reconstituimos, con el padre Hasbún, en base a lo que recordamos de lo que nos leyeron. Me costó meses saber quiénes me acusaban y cuáles eran las denuncias ¿cómo defenderse sin saber nada de las acusaciones? Era la injusticia eclesiástica. Por eso no quise apelar: ¿a una Congregación de la Fe que no responde? ¿Apelar de qué?”.

“Voy a apelar”

Precht hizo sus estudios básicos y medios en el Saint George’s College de la Congregación de Holy Cross. Fue ordenado sacerdote en 1967, año en que obtuvo su Licenciatura en Teología en la Pontificia Universidad Católica de Chile. En 1972 obtuvo la Licenciatura en Sagrada Liturgia del Pontificio Ateneo de San Anselmo. Fue Vicario General de Pastoral, luego Vicario de la Esperanza Joven (pastoral juvenil). Tuvo especial protagonismo público en el país entre 1976 y 1979 como Vicario de la Solidaridad, dirigiendo el organismo de la Iglesia que brindó acogida, apoyo y asistencia a las familias y víctimas de la dictadura militar chilena encabezada por Augusto Pinochet.

Precht sigue sintiéndose sacerdote. Con este fallo ha tomado la decisión de apelar su dimisión al estado laical. “Aunque el documento que me ‘asciende’ al estado laical dice que es inapelable, voy a apelar porque es posible hacerlo. No tengo inconveniente en que investiguen, pero veo posible volver al ministerio para ejercerlo, por vocación y por justicia. Quisiera atender principalmente en este Hogar donde vivo. Por mi edad no es mucho más lo que pueda hacer”.

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