El nuncio Piero Pioppo
España tiene nuevo nuncio apostólico de Su Santidad, a la espera del plácet del Gobierno. Se llama Piero Pioppo, es italiano y tiene 64 años. Hasta ahora era el embajador vaticano en Indonesia, donde fue destinado en 2017. Un año después, Francisco le encargó, además, la representación pontificia ante la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, una red creada en 1967 con el objetivo de acelerar el crecimiento económico, el progreso social y la cooperación cultural en la región.
De esta manera, se despejaría la incógnita sobre la ‘sede vacante’ de la Nunciatura madrileña, después de que el pasado mes de marzo se anunciara que el anterior nuncio, Bernardito Auza, se convertía en el representante de la Santa Sede ante la Unión Europea.
Según ha confirmado Vida Nueva de fuentes vaticanas, desde Roma únicamente están esperando el visto bueno de Moncloa para que Pioppo aterrice en la capital española y desconocen cuál es el motivo de esta demora.
La apuesta por el diplomático italiano se habría fraguado durante los últimos meses del pontificado de Francisco, que habría apreciado su labor en el sudeste asiático, especialmente en lo que se refiere a la organización del viaje que protagonizó el Papa argentino hace justo un año. Este respaldo de Jorge Mario Bergoglio contaría, asimismo, con el visto bueno de León XIV y, por tanto, de la Secretaría de Estado.
Sacerdote desde 1985 y doctor en Teología Dogmática, fue en 1993 cuando ingresó como funcionario en el Servicio Diplomático y en la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Tras su paso por las nunciaturas de Corea del Sur y Chile, ya con Benedicto XVI, en 2010 se puso por primera vez al frente de una misión diplomática. Le nombró ‘embajador’ vaticano en Camerún y Guinea Ecuatorial.
Por tanto, tras su paso por América Latina y la que fuera la única colonia española en el África subsahariana, se le presupone a Pioppo un conocimiento notable del castellano, además de dominar el italiano como lengua materna, el inglés y el francés.
Sin embargo, resulta especialmente significativo que el propio Joseph Ratzinger le nombrara en 2006 prelado del Instituto para la Obras de Religión, tras haber sido secretario personal del entonces secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano.
Esta encomienda de supervisión del conocido como banco vaticano, en uno de los momentos más delicados de su historia reciente, reflejaría la confianza depositada en Pioppo por el Papa alemán. Cuando fue enviado como nuncio a África, ya con Tarcisio Bertone como ‘número 2’ del Vaticano, abandonó este cargo y el purpurado dejó vacante este puesto durante el resto del pontificado.
Así pues, hasta que el Gobierno de Pedro Sánchez no dé el plácet a su nombramiento, Pioppo continúa con su actividad al frente de la misión diplomática en Indonesia. De hecho, hace apenas unos días, presidía una eucaristía en la festividad de la Virgen del Carmen a bordo del Buque Escuela Esmeralda de Chile.
Los militares entregaron una imagen de la patrona del país al embajador vaticano para ser ubicada en la Capilla de los Doce Apóstoles de Yakarta. Además, en esta semana ha llevado a cabo una visita oficial a las Islas Aru, pertenecientes al archipiélago indonesio, para inaugurar y dedicar dos nuevas parroquias: la iglesia de San José y la de Santa María de Fátima.