Se implementaron “203 proyectos en 42 países de África, América Latina, Asia y Europa a través de la gestión de 24,6 millones de euros”
Estudiante en Kenia. Foto: Entreculturas
Como destaca en su memoria de actividades, la ONG jesuita Entreculturas acompañó en 2024 a 401.159 personas. Una labor que se ha encarnado, “en diferentes partes del planeta, a través de proyectos y programas de cooperación internacional, acción humanitaria, acción social y ciudadanía global”. Concretamente, se implementaron “203 proyectos en 42 países de África, América Latina, Asia y Europa a través de la gestión de 24,6 millones de euros”.
Una diversidad de respuestas que, siempre con el fin primero de “garantizar, proteger y acompañar el derecho a la educación en cualquier tipo de contexto”, le ha permitido “estar presente tanto en escuelas de campos de personas refugiadas en países como Kenia o Líbano, en aulas en contextos rurales de lugares como Madagascar o Perú, o en barrios españoles donde se tejen redes de participación juvenil”.
Como destaca en una nota el director ejecutivo de Entreculturas, Ramón Almansa, “este año nos ha vuelto a recordar con más fuerza que nunca que la educación transforma realidades y es ventana de esperanza, especialmente para quienes huyen de la violencia, para quienes sufren pobreza o ven negados sus derechos”.
Y es que, “en un contexto global de aumento de desplazamientos forzosos, conflictos armados y catástrofes naturales, y a la vez de retrocesos democráticos y de derechos humanos”, la entidad jesuita “ha redoblado su apuesta por sus cinco causas justas: el derecho a la educación, la equidad de género, la justicia socioambiental, la defensa de personas migrantes y refugiadas y el fortalecimiento de la ciudadanía global”.
Un alud fraterno que solo ha sido posible gracias a “la red viva y comprometida de personas” que conforman Entreculturas. Así, hablamos de “un total de 32.547 personas, entre socias, donantes y colaboradoras”. Una cifra “a la que se suman 699 personas voluntarias y contratadas que, desde las 27 delegaciones presentes en toda España, han hecho posible que la esperanza llegue allí donde más se necesita”.
Como concluye Almansa, toda ayuda es poca: “Escuchemos la llamada colectiva a recrear la esperanza y a construir juntos y juntas un mundo más humano, más justo, más digno y más habitable. Es momento de actuar”.
En ese sentido, hay que destacar que la ONG ha podido ir a más en su implicación. Así, si en 2023 pudieron acompañar a 390.659 personas, el pasado año fueron 401.159. Por lo demás, su presencia es estable: en 2023 estuvieron presentes en 43 países, por los 42 de este año. En cuanto a la inversión, hace dos años fue de 24,3 millones de euros y, el pasado año, de 24,6.