La Comisión Pontificia para la Protección de Menores tiene nuevo presidente. Y es que León XIV ha puesto al frente del laboratorio antiabusos del Vaticano a Thibault Verny arzobispo de Chambéry y Obispo de Saint-Jean-de Maurienne y Tarentaise. Sustituye, de esta manera, al cardenal Sean O’Malley, quien ha estado al frente de la Comisión desde sus inicios.
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Verny, que hasta ahora era miembro de la Comisión, desempeñará su nuevo cargo sin dejar de lado sus responsabilidades diocesanas. Primero en la diócesis de París y luego dentro de la conferencia episcopal, ha participado activamente en la lucha contra los abusos en la Iglesia, dedicando su tiempo a escuchar y acompañar a las víctimas, así como a la necesaria interacción con las autoridades civiles y judiciales.
El nuevo presidente ha agradecido al Papa su nombramiento: “Me siento honrado por la confianza que ha depositado en mí, plenamente consciente de la grave y sagrada tarea encomendada a la Comisión: ayudar a la Iglesia a ser
cada vez más vigilante, responsable y compasiva en su misión de proteger a los más vulnerables entre nosotros”.
Fidelidad al Evangelio
Asimismo ha reconocido la labor del cardenal O’Malley durante estos años, “cuyo liderazgo valiente y profético ha dejado una huella indeleble no solo en la Iglesia, sino en la sociedad en su conjunto”. “En tiempos de profunda dificultad, el cardenal O’Malley ha sido una brújula moral para los fieles y para las personas de buena voluntad en todo el mundo”, ha reconocido.
Además, ha valorado que el purpurado “ha defendido con firmeza la primacía de escuchar las voces de los sobrevivientes de abusos, dándoles espacio para ser escuchados, creídos y acompañados en su búsqueda de la verdad, la justicia, la sanación y una reforma institucional significativa”. “Su legado es el de una valiente fidelidad al Evangelio y a la dignidad de toda persona humana”, ha insistido.
Por otro lado, Verny se ha comprometido a que la prioridad de la Comisión será “construir sobre este legado”, centrándose “en apoyar a las Iglesias, especialmente a aquellas que aún luchan por implementar medidas de tutela adecuadas”. “Promoveremos la subsidiariedad y el reparto equitativo de los recursos para que todas las partes de la Iglesia, independientemente de su ubicación geográfica o circunstancias, puedan mantener los más altos estándares de salvaguardia”, ha asegurado.
Rendición de cuentas
Por su parte, O’Malley ha señalado que, tras haber trabajado estrechamente con Verny a través de su membresía en la Comisión desde 2022, ha sido testigo de su dedicación en la prevención del abuso en la vida de la Iglesia. “Además de sus importantes contribuciones a la labor de la Comisión, el arzobispo cuenta con años de profunda experiencia trabajando con las fuerzas del orden, otras autoridades civiles y el liderazgo de la Iglesia para garantizar la rendición de cuentas por las graves fallas de la Iglesia en Francia”, ha asegurado.
Además, ha subrayado que Verny “ha estado a la vanguardia en la búsqueda de la sanación y la reconciliación con los sobrevivientes”, desempeñando “un papel importante en el desarrollo e implementación de políticas y procedimientos sustanciales, con especificidad cultural, para la prevención de cualquier recurrencia del abuso”. “Es una bendición para todos que el papa León XIV haya confiado el liderazgo de la Comisión al arzobispo, un líder colaborador comprometido con promover la adopción global de medidas de protección y salvaguardia, para garantizar de la mejor manera posible la seguridad de quienes están bajo el cuidado de la Iglesia en todo el mundo”, ha insistido.
Por último, O’Malley ha tenido unas palabras de recuerdo al papa Francisco y se ha mostrado convencido que las palabras y acciones de León XIV en estos primeros meses de pontificado “aseguran al mundo que la Iglesia no se volverá complaciente en sus esfuerzos por garantizar de la mejor manera posible la protección de los niños, los adultos vulnerables y todas las personas de nuestras comunidades”.