Las intensas lluvias, en la región andina de Venezuela, mantienen en alerta a Cáritas, que en las últimas horas ha expresado “su preocupación y dolor” por las 273 familias que lo han perdido todo en Apartaderos, estado de Mérida, por las inundaciones.
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“La magnitud de la situación nos conmueve profundamente y nos impulsa a una acción inmediata y coordinada”, señaló José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo y presidente de Cáritas Venezuela.
El pronóstico meteorológico no es nada alentador, las lluvias persistirán en las últimas horas, por lo que pidió a las autoridades activar mecanismos de prevención y alerta.
Autoridades gubernamentales señalaron que al menos 8.500 familias están aisladas por la caída de carreteras, puentes. Además de 103 viviendas con daño total, 151 en alto riesgo y 116 con afectación parcial.
Llamado a la solidaridad
Cáritas Venezuela en esta circunstancia apela a la solidaridad, en ese sentido, Azuaje comentó que “nuestros equipos diocesanos están en el terreno, siguiendo los lineamientos oficiales, acompañando a las familias y respondiendo a las necesidades”.
Cualquier ayuda será bien recibida: alimentos, agua potable, productos de higiene, abrigo, medicamentos e insumos médicos, que “son vitales en estos primeros momentos”.
“Hacemos un llamado a la generosidad de todos los venezolanos a sumarse a esta campaña de ayuda. Su aporte, por pequeño que sea, se transforma en esperanza y alivio para nuestros hermanos. En nuestras redes sociales pueden identificar cuáles son los centros de acopio dispuestos para esta causa”, indicó.
Recordó que desde Cáritas han venido desarrollando acciones significativas en el área de gestión de riesgos, mediante la formación y capacitación en las comunidades para que estén mejor preparadas ante estos escenarios.
Por ahora, ha reiterado su disposición incondicional, en conjunto con las autoridades competentes y en alianza con los entes oficiales, “a estar presentes, no sólo en la emergencia, sino también en el proceso de recuperación”.