Manos Unidas: inversión récord de 48 millones de euros en 2024 para paliar el hambre de 1,6 millones de personas

La ONGD de la Iglesia financió un total de 893 proyectos en 53 países de África, Asia y América, según recoge su Memoria de Actividades presentada hoy

Proyecto de Manos Unidas en Ecuador

Manos Unidas destinó el pasado año una inversión récord de 48 millones de euros a la financiación de 575 nuevos proyectos de desarrollo en 53 países de África, Asia y América, según recoge su Memoria de Actividades 2024 presentada hoy en Madrid.



La ONGD de la Iglesia ha continuado apoyando iniciativas de desarrollo que tenía ya en marcha hasta alcanzar un total de 893 proyectos que han impactado positivamente en las vidas de más de 1,6 millones de personas, víctimas del hambre, la pobreza y la desigualdad.

Tras más de 66 años luchando contra el hambre gracias al trabajo de más de 6.700 voluntarios y las aportaciones económicas de unos 70.000 socios, Manos Unidas recaudó el pasado año 51.189.299 euros.

El 27% de los 575 nuevos proyectos de desarrollo aprobados en 2024 gracias al trabajo conjunto de casi 500 socios locales, han sido de carácter educativo, herramienta clave para garantizar el desarrollo pacífico y sostenido de los pueblos, en la que se han invertido casi 10 millones de euros.

Por otro lado, el 29% de las iniciativas apoyadas por la ONGD, con un importe superior a los 14 millones de euros, han tenido como fin garantizar el acceso a la alimentación y los medios de vida de las poblaciones más desfavorecidas, y el 17% (5,4 millones de euros) se han destinado al sector sanitario.

Los proyectos de derechos de las mujeres y equidad de género han supuesto el 14% de todas las iniciativas aprobadas, con una financiación superior a los 8 millones de euros. Más del 61% de los 1,6 millones de beneficiarios de los proyectos de Manos Unidas en 2024 han sido mujeres, especialmente en zonas rurales, donde la desigualdad y la crisis climática se cruzan con mayor fuerza.

Memoria Manos Unidas 2024

Los efectos de la crisis climática

“En 2024, con el lema ‘El efecto ser humano’, a la vez que reconocíamos con honestidad la responsabilidad que, como seres humanos, tenemos en el deterioro del planeta, nos hemos esforzado en tender puentes hacia un futuro más justo y sostenible. Porque, realmente, lo seres humanos somos la única especie capaz de cambiar el planeta, para bien o para mal…”, señaló la presidenta, Cecilia Pilar.

Pilar lamentó que 2024 haya sido un año marcado por los efectos cada vez más devastadores de la crisis climática. Y puso como ejemplo las inundaciones y sequías en el Cuerno de África, las olas de calor extremo en Asia y Europa, los incendios sin precedentes en la Amazonía o una inseguridad alimentaria que se ha agravado en regiones como el Sahel o en Haití, castigados, además, por la violencia y el abandono.

“Estos fenómenos naturales son consecuencia directa del actuar de los seres humanos. Y de un modelo de consumo y producción con el que, las privilegiadas sociedades del Norte, maltratamos la tierra que nos da la vida y condenamos al hambre y a la pobreza a millones de personas en países que poco han contribuido a ese maltrato”, denunció.

“La emergencia climática no es una amenaza futura sino una realidad presente que destruye medios de vida, expulsa a comunidades enteras de sus tierras y arruina cosechas. Inundaciones, sequías y temperaturas extremas están forzando migraciones masivas y provocando hambre a una escala sin precedentes”, subrayó.

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