La Comece, la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, ha reclamado que “el principal objetivo es la paz, no el rearme” y que la institución debe trabajar para “contribuir a una nueva arquitectura global de paz y al fortalecimiento del sistema multilateral basado en reglas, con una ONU reformada, más participativa y eficaz en su centro”. Así lo reclama en el “Documento de reflexión” publicado antes del Consejo Europeo de los días 26 y 27 de junio.
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Apuesta por la paz
El documento, que lleva por título “El papel de la Unión Europea en un mundo cambiante. De la visión fundacional a la misión global”, se centra en la seguridad y la paz, la ampliación de la UE, las asociaciones internacionales y el desarrollo humano sostenible. Y es que, apuntan los obispos, “el papel global de la UE está cada vez más en entredicho. Su vocación como proyecto de paz, enraizado en los valores de la dignidad humana, la solidaridad y la justicia, exige una renovación de la visión de los padres fundadores con una “fidelidad creativa” a sus raíces políticas, culturales y espirituales”.
“Mientras el foco se desplaza hacia la defensa y la competitividad, la UE no debe perder de vista su compromiso moral y legal con la paz y el desarrollo humano sostenible, ni su responsabilidad histórica de crecer como comunidad y expandir su promesa de estabilidad y prosperidad compartida”, reiteran. Por ello, piden “garantizar que el gasto en defensa siga siendo proporcional a las necesidades reales y esté impulsado por el objetivo de la seguridad humana y la paz, no por intereses comerciales” ya que “el objetivo principal es la paz, no el rearme o la competitividad de la industria de defensa”.
Un enfoque integral
La Comece propone “trabajar en una Estrategia Europea para la Paz Global” con “un enfoque integral de la seguridad humana y la paz”. Por ello, reclaman acciones como mejorar los controles de exportación de armas y promover la universalización del Tratado sobre el Comercio de Armas y promover “el compromiso multilateral en materia de desarme”.
Además, los obispos se muestran favorables a la ampliación de la Unión Europea y fomentar las reformas en los países candidatos. También apoyan que se promueva una autonomía estratégica “relacional”, reduciendo “las dependencias externas perjudiciales”, al tiempo que se profundizan “las alianzas con socios afines para promover la paz, el desarrollo humano sostenible y la acción por el clima” en materia comercial.