El rey Felipe VI ha definido este lunes Montserrat como “un gran punto de encuentro” de la cultura catalana, española y europea, y ha subrayado el valor simbólico de la abadía más allá de su dimensión religiosa. Lo ha hecho, tal como recoge Europa Press, durante una jornada conmemorativa del milenario de la fundación del monasterio, presidida por el monarca y celebrada bajo el título ‘Una contribución a la paz’, centrada en la figura del abad Oliba.
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Esta ha sido la primera visita como de Felipe VI a la abadía —la anterior fue en 2011 como príncipe de Asturias— y ha querido destacar el “gran simbolismo” de la abadía y su vínculo con la historia de la Corona: “Cuando hemos traspasado el umbral de esta basílica, lo hemos hecho con la conciencia clara de su gran simbolismo y del peso de la historia, de lo que significa su milenario”.
Antes de su intervención –y a pesar de la manifestación contra la Corona que ha congregado en el exterior la abadía a unas 200 personas– el monarca y la reina Letizia han venerado a la Moreneta, la imagen de la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña.
Así, ante el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y otras autoridades como el ministro Jordi Hereu y el abad de Montserrat, Manel Gasch, Felipe VI ha pronunciado un discurso cuya mayor parte era en catalán y en el que ha reivindicado la herencia espiritual, cultural y ética de Montserrat como un legado compartido por toda Europa.
“Europa entera se nutre de esa tradición de acogida, conocimiento y aprendizaje”, ha afirmado, para añadir que la comunidad benedictina de Montserrat “no se cierra en sí misma, no recela de las diferencias, no se queda inmóvil como lo están las rocas, sino que avanza con el tiempo y es un referente para la innovación, la creación y la comunicación”.
Felipe VI contra la polarización
En su intervención, el monarca ha advertido contra los peligros de la exclusión y el extremismo. “Todos debemos velar por la preservación y la dignidad del espacio público”, ha dicho Felipe VI, quien ha defendido que el “mensaje” de Montserrat “es y debe ser, para todos, un mensaje de esperanza”.
“Debemos ser constantes en la renuncia a los discursos totalitarios, las identidades excluyentes, los prejuicios, los extremismos y las pretensiones de superioridad moral”, ha insistido Felipe VI, que ha vinculado el legado del abad Oliba con la necesidad de proyectar valores de paz y concordia en un momento de “graves incertidumbres geopolíticas, de graves conflictos y de guerras con una indescriptible dimensión de sufrimiento humano”.
La tradición benedictina en Montserrat
Durante el acto, el abad de Montserrat, Manel Gasch, ha recordado que la comunidad benedictina ha sido un punto de estabilidad durante un milenio: “Cuando uno lleva mil años en el mismo lugar, ha construido algo más o menos estable”, ha afirmado, según recoge EFE, subrayando que esa estabilidad se ha manifestado “en la cultura catalana, en la fe cristiana y en la tradición benedictina”. “Celebramos la voluntad de continuar aquí, dando frutos a la sociedad”, ha aseverado.
Gasch ha recordado la figura del abad Oliba como “un hombre importante” de la sociedad medieval, que, ante los abusos feudales y los conflictos, impulsó iniciativas como las asambleas de Paz y Tregua de Dios, que anticiparon formas tempranas de pacificación civil. “Como hijos de San Benito y sucesores del abad Oliba, nos gustaría continuar siendo fermento de esta paz y de esta manera de ser en el mundo”, ha declarado.
Montserrat, símbolo plural y abierto
El acto ha querido subrayar el papel de Montserrat como símbolo integrador, con capacidad para albergar las distintas sensibilidades culturales, religiosas y sociales del país. En palabras de Felipe VI: “Las montañas de Montserrat son faro espiritual, moral e intelectual para tantas personas en Cataluña, en España y en Europa”.
Sin embargo, en medio de este afán conciliador, el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, ha criticado la visita de los Reyes Felipe VI y Letizia a Montserrat. A través de un mensaje en ‘X’ recogido por Europa Press, ha calificado de provocación la visita, y ha asegurado que son conscientes de ello en Madrid, y “a ambos lados de la Plaça Sant Jaume”, en alusión a la Generalitat y al Ayuntamiento de Barcelona, que ha asegurado que colaboran en ello con entusiasmo, en sus palabras.
“Que la hoguera de Sant Joan de esta noche queme, con la llama que ha bajado del Canigó, el colchón inmenso que nos quieren poner encima”, ha concluido.