León XIV a los obispos italianos: “No se defiendan de las provocaciones del Espíritu”

El Papa ha recibido hoy a los miembros de la Conferencia Episcopal Italiana en el Vaticano

León XIV y los obispos italianos

El papa León XIV ha recibido este martes en el Vaticano a los obispos de la Conferencia Episcopal Italiana, a quienes ha querido indicar “algunas preocupaciones pastorales que el Señor pone ante nuestro camino y que requieren reflexión, acciones concretas y testimonio evangélico”.



Así, León XIV ha subrayado que, actualmente, “se necesita un renovado impulso en el anuncio y la transmisión de la fe”. “Se trata de poner a Jesucristo en el centro y, siguiendo el camino indicado por la Evangelii gaudium, ayudar a las personas a vivir una relación personal con Él, a descubrir la alegría del Evangelio”, ha explicado el pontífice, aseverando que “se trata de discernir los modos de llevar la Buena Nueva a todos, con acciones pastorales capaces de interceptar a los más alejados y con herramientas adecuadas para la renovación de la catequesis y de los lenguajes del anuncio”.

Del mismo modo, “la relación con Cristo nos llama a desarrollar un enfoque pastoral en el tema de la paz”. Por ello, ha animado a los presentes, así como a sus respectivas diócesis, a convertirse en “artífices” de la paz en la vida cotidiana. “Pienso en parroquias, barrios, zonas del interior del país, periferias urbanas y existenciales. Donde las relaciones humanas y sociales se dificultan y el conflicto se gesta, quizás de forma sutil, una Iglesia capaz de reconciliación debe hacerse visible”, ha subrayado el Papa. Por ello, León XIV les ha animado a que “cada diócesis pueda promover cursos de educación en la no violencia, iniciativas de mediación en conflictos locales, proyectos de acogida que transformen el miedo al otro en una oportunidad de encuentro”.

“Que cada comunidad se convierta en una ‘casa de paz’, donde aprendamos a desactivar la hostilidad mediante el diálogo, donde se practique la justicia y se preserve el perdón”, ha expresado, convencido de que “la paz no es una utopía espiritual: es un camino humilde, hecho de gestos cotidianos, que entrelaza paciencia y valentía, escucha y acción. Y que hoy, más que nunca, requiere nuestra presencia vigilante y generadora”.

León XIV y Matteo Zuppi

León XIV y Matteo Zuppi

Cultivar el diálogo

Por otro lado, León XIV ha recordado que “existen desafíos que cuestionan el respeto a la dignidad de la persona humana”, como “la inteligencia artificial, la biotecnología, la economía de datos y las redes sociales están transformando profundamente nuestra percepción y experiencia de vida”. En este escenario, “la dignidad humana corre el riesgo de verse aniquilada u olvidada, sustituida por funciones, automatismos y simulaciones”.

Sin embargo, “la persona no es un sistema de algoritmos: es una criatura, una relación, un misterio”. Por lo tanto, el Papa ha animado a la Iglesia italiana a tener “en simbiosis coherente con la centralidad de Jesús, la visión antropológica como herramienta esencial para el discernimiento pastoral”, ya que “sin una reflexión viva sobre lo humano —en su corporeidad, en su vulnerabilidad, en su sed de infinito y su capacidad de conexión—, la ética se reduce a un código y la fe corre el riesgo de desencarnarse”.

Por último, León XIV ha recomendado “cultivar la cultura del diálogo”. “Es hermoso que todas las realidades eclesiales —parroquias, asociaciones y movimientos— sean espacios de escucha intergeneracional, de confrontación con mundos diferentes, de cuidado de las palabras y las relaciones”, ha dicho, “porque solo donde hay escucha nace la comunión, y solo donde hay comunión la verdad se hace creíble”.

Para concluir, el Papa ha dado a los obispos algunas exhortaciones para el futuro próximo. En primer lugar, les ha animado a avanzar en unidad, “pensando especialmente en el Camino Sinodal. Manténganse unidos y no se defiendan de las provocaciones del Espíritu”. “Que la sinodalidad se convierta en mentalidad, en el corazón, en los procesos de toma de decisiones y en las formas de actuar”, ha subrayado.

“En segundo lugar”, ha continuado el Papa, “miren el mañana con serenidad y no teman tomar decisiones valientes. Nadie puede impedirles estar cerca de la gente, compartir la vida, caminar con los últimos, servir a los pobres. Nadie puede impedirles anunciar el Evangelio, y es el Evangelio que estamos llamados a llevar, porque esto es lo que todos, nosotros primero, necesitamos para vivir bien y ser felices”.

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