Será un “encuentro de amistad social” para altos responsables de los organismos del Estado: Presidente de la República, Gustavo Petro; presidente del parlamento, Efraín Cepeda; presidente de la Corte Suprema de Justicia, Octavio Tejeiro, entre otros.
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Así anunció el cardenal Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá, sobre esta encerrona de los altos jerarcas civiles colombianos que busca salidas a la grave crisis de violencia desatada en los últimos meses.
El purpurado se encargó de llamar a cada funcionario para esta cita y consensuar agendas tras su encuentro con el presidente Petro en el Palacio de Nariño. “Todos han dicho, estamos dispuestos”, indicó.
“Tendremos un propósito sencillo que será mirarnos como hermanos y ciudadanos colombianos para darle un mensaje doble a todo el país; primero, que nuestro lenguaje sea constructivo, y, por supuesto, rechazar todo tipo de violencia”, apuntó.
El encuentro se realizará en la sede de la curia bogotana, en el corazón de la capital, donde colindan los grandes centros del poder ejecutivo, legislativo y judicial.
Por el bien de todos
En entrevista con Noticias Caracol, el cardenal Rueda aseveró que su encuentro con Gustavo Petro fue “muy cordial y respetuoso”.
Al presentarle la propuesta de diálogo entre altos funcionarios admitió que el Presidente tuvo sus dudas, “no fue un sí inmediato”.
“Él va dilatando, preguntando y encontrando razones hasta que se siente en conciencia [de] que la propuesta es viable”, apuntó.
Es que la propuesta presentada – argumentó Rueda – no busca beneficiar a ningún sector en particular, sino el bien de todos, por eso, Petro tras sopesar dijo “sí, yo estoy dispuesto”.
Sin exclusiones
Tras ser consultado sobre los últimos acontecimientos: atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, ataques terroristas en el suroccidente de Colombia, el cardenal fue tajante: “debemos salir de esa condición que en la colonia llamaban patria boba”.
En referencia al periodo de la historia contemporánea de Colombia en la que todos se enfrentaban contra todos, mientras que el país se caía a pedazos.
De allí la importancia del encuentro con los altos funcionarios, porque “debemos avanzar y en eso somos responsables todos. Nadie se puede excluir”.
“Todos los colombianos, hombres y mujeres, debemos aportar para que no caigamos en esa etapas repetidas de patria boba, de esos sufrimientos tan grandes en la época en que el narcotráfico de Pablo Escobar atentaba a contra todos y no podíamos hacer nada”, apostilló.
Parteros de esperanza
La ventaja, reconoce Rueda, es que “hoy podemos hacer algo. Este es un buen momento para obrar”, en especial, vencer esa peste del olvido en la que “se nos va la memoria, somos desmemoriados un poco”.
“Estamos en los dolores de parto, debemos acompañar este parto, deben hacer una nueva Colombia”, aseguró.
Por supuesto, en esos dolores de parto, el cardenal se ha ofrecido como partero, porque “creo que todos debemos mediar, ser parteros en la esperanza, en este momento no podemos ser indiferentes”.
Por tiempos mejores
El purpurado se ha referido al caso del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien sigue hospitalizado en estado crítico.
Contó que en una de sus visitas a unas parroquias del sur de Bogotá, se ha encontrado a gente muy humilde dedicar misas por la salud del senador, por ende, “ante la amenaza que se cierne no hay dos clases de ciudadanos, sino uno solo”.
La violencia no distingue clases sociales y lo que ha pasado con Uribe Turbay es “un dolor de todos”, refleja lo que a diario viven campesinos, líderes sociales, excombatientes, indígenas, afro.
Por lo que ha insistido al Presidente de la República, del Congreso y de la Corte, que “el país tiene la esperanza puesta en que en un liderazgo sensato, inteligente, sabio, humilde de parte de ustedes y con capacidad de trabajo en equipo, nuestro país podrá tener tiempos mejores”.