Esta tarde, en el corazón de la Capilla Sixtina, la Iglesia ha rendido homenaje al beato cardenal Iuliu Hossu, obispo greco-católico de Cluj-Gherla, “pastor y mártir de la fe durante la persecución comunista en Rumanía”. Así lo ha recordado el papa León XIV en el discurso que ha pronunciado con motivo del acto conmemorativo, enmarcado en el Año Jubilar dedicado a la esperanza.
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León XIV ha recordado que este es “un año especial dedicado al cardenal Iuliu Hossu, símbolo de fraternidad más allá de cualquier frontera étnica o religiosa”. Un testigo cuyas acciones en favor del pueblo judío durante los años del nazismo han motivado el proceso de reconocimiento como “Justo entre las Naciones”, iniciado en 2022.
“Con enorme riesgo para sí mismo y para la Iglesia greco-católica, el beato Hossu emprendió numerosas acciones en favor de los judíos, para evitar su deportación”, ha subrayado el Papa. Entre ellas, destacó la Carta Pastoral publicada el 2 de abril de 1944, de la que se conserva testimonio gracias al Gran Rabino Moshe Carmilly-Weinberger: “Nuestro llamamiento se dirige a todos vosotros, venerables hermanos y amados hijos, para que ayudéis a los judíos no sólo con vuestro pensamiento, sino también con vuestro sacrificio, sabiendo que hoy no podemos realizar una obra más noble que esta ayuda cristiana y rumana, nacida de una ardiente caridad humana”, escribió. Según ese mismo testimonio, el cardenal Hossu “entre los años 1940 y 1944 ayudó a salvar de la muerte a miles de judíos del norte de Transilvania”.
Un hombre de oración, diálogo y entrega
La figura de Hossu, beatificado en 2019 por el papa Francisco, fue presentada por León XIV como la de “un hombre de diálogo y un profeta de esperanza”. En palabras del propio beato: “Dios nos envió a esta oscuridad del sufrimiento para dar perdón y orar por la conversión de todos”.
Una frase que, según el Papa, expresa “la esencia del espíritu de los mártires: la fe inquebrantable en Dios, sin odio pero con la misericordia que transforma el sufrimiento en amor hacia los perseguidores”. Para León XIV, este legado sigue siendo “una invitación profética a superar el odio mediante el perdón y a vivir la fe con dignidad y valentía”.
“Cercana al sufrimiento del pueblo judío, que culminó en la tragedia del Holocausto, la Iglesia sabe bien lo que significan el dolor, la marginación y la persecución”, ha afirmado el Papa, convencido de que el ejemplo de Hossu interpela hoy con más fuerza que nunca.
Contra toda violencia
“El mensaje del cardenal Hossu es más actual que nunca”, ha asegurado León XIV, subrayando que sus gestos en defensa de los judíos lo presentan como “un modelo de hombre libre, valiente y generoso hasta el punto del sacrificio supremo”.
Por ello, ha querido hacer suyo el lema del beato: “Nuestra fe es nuestra vida”, y lo ha propuesto como una brújula para el presente. “Digamos ‘no’ a la violencia, a cualquier violencia, más aún si se perpetra contra personas indefensas e indefensas, como los niños y las familias”.