Los obispos de El Salvador pidieron al gobierno del presidente Nayib Bukele que se derogue el estado de excepción pues a más de tres años de su implementación, si bien fue “necesario para frenar la violencia… ha pasado el tiempo, y, consideramos que ya no es necesario; ahora se trata de permitir al pueblo ejercer su libertad”.
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La Conferencia Episcopal de El Salvador -cuyo presidente es el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas– hizo pública su carta pastoral en ocasión de la fiesta de san Pablo VI, en la que reflexiona acerca de las realidades del país centroamericano, de manera particular en los aspectos político, económico, social y cultural.
Al referirse al régimen de excepción -dentro del cual el gobierno ha detenido a 83,000 personas vinculadas a pandillas- el episcopado salvadoreño manifestó que “el pueblo no puede continuar haciendo el bien, actuando el bien, y obedeciendo las leyes, por temor a las consecuencias del régimen de excepción. Es necesario que el pueblo opte por el bien, porque es bueno para él, tanto como para la familia, la sociedad y la nación. Hacer el bien por miedo es coerción y hacerlo por obligación es represión”.
No promover las cárceles para víctimas de políticas antiinmigrantes
Otro aspecto de preocupación para los obispos son los migrantes y ante ello solicitaron al gobierno “no colaborar en la lucha de los grandes países colonizadores contra los migrantes. La migración es un derecho humano… Por eso insistimos en que los migrantes no son delincuentes ni criminales… Solicitamos a las autoridades en nuestro país no promover las cárceles de nuestro país para las víctimas de las políticas antiinmigrantes de potencias extranjeras”.
Insistieron en su llamado: “pedimos a nuestros gobernantes que no promocionen este país como si fuera una cárcel internacional. Les rogamos que piensen bien lo que hacen. Traer grandes criminales puede convertirse en un peligro para nuestra población; tanto como, granjearle a esta nación una mala fama internacional”.
Asimismo, pidieron que no se persiga a los defensores de derechos humanos “por el simple hecho de ejercer esta función. Y, si en dado caso hay algunos presos sin más motivo que la defensa de derechos humanos, deben ser estudiados sus casos y de inmediato puestos en libertad”.
Escuchar el clamor del pueblo salvadoreño
En el documento, los obispos reflexionaron acerca de los múltiples aspectos de la realidad nacional que les preocupan y que desde su punto de vista requieren una mayor atención del gobierno, entre otros, la educación, la salud, el desempleo, la pobreza, la violencia, el medio ambiente, etc.
Asimismo, urgieron a “derogar la Ley de Minería aprobada a finales del año pasado. Escuchando el clamor del pueblo salvadoreño, pues sabe que de implementarse la minería metálica en nuestro país, saldríamos todos gravemente dañados, incluyendo las futuras generaciones”.
En ese sentido, pidieron “escuchar las voces de ambientalistas, evitando su persecución y encarcelamiento, no es justo que se les enjuicie y mucho menos que se les encarcele por su trabajo en favor del medio ambiente”.
Para concluir, los obispos dejaron en claro: “sin deseos de inmiscuirnos en su quehacer político, escuchen al pueblo en sus peticiones y necesidades. No ignoramos lo difícil que es para ustedes enfrentar estas necesidades tanto como solventarlas… Solo con la unión y la caridad podrán superar muchos problemas. Se necesita que todas las fuerzas vivas de este país se sumen”.
La Conferencia Episcopal de El Salvador presenta su Carta Pastoral
“UNA VOZ QUE CON ESPERANZA CLAMA EN EL DESIERTO” pic.twitter.com/88IXPTxXhP— Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES). (@iglesia_sv) May 29, 2025