Los obispos de Estados Unidos llaman a los políticos a superar la división y apostar por una reforma migratoria justa

Califican el sistema de inmigración como “roto” y manifiestan que no pueden “permitir que la división partidista continúe impidiendo las intervenciones necesarias del gobierno”

El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos anunció el pasado 12 de octubre varias medidas para controlar la migración venezolana, en particular un programa que da un estatus legal por dos años a quienes llegan en avión y la expulsión inmediata de la mayoría de los que crucen la frontera por México.



A unos días de dicho anuncio, los obispos de Estados Unidos manifestaron que es necesaria una reforma migratoria justa “que prevea la plena integración de los residentes de larga data, promueva la unidad familiar, honre el debido proceso, respete el estado de derecho, amplíe las vías legales, preserve y fortalezca las protecciones humanitarias, priorice alternativas dignas a la detención y reconozca las contribuciones de los trabajadores nacidos en Estados Unidos”.

En representación de los obispos, Mario E. Dorsonville, obispo auxiliar de Washington y presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), aseguró que las recientes respuestas a los migrantes demuestran “la preocupante convergencia de nuestro  sistema de inmigración roto“, por lo que no pueden “permitir que la división partidista continúe impidiendo las intervenciones necesarias del gobierno”.

Una dignidad inviolable

El obispo Dorsonville reiteró el compromiso duradero de la Iglesia con la reforma integral de la inmigración y la bienvenida al extranjero como parte de su inquebrantable defensa de la vida humana en todas sus formas.

Esto coincide -dijo- con la celebración en curso del ‘Mes del respeto a la vida’, durante el cual la Iglesia Católica en los Estados Unidos invita a los fieles a considerar más profundamente por qué cada vida humana es valiosa y a reflexionar sobre cómo construir una cultura que proteja la vida de la concepción hasta la muerte natural.

De igual modo, al referirse al tema de este año para el ‘Día mundial de los migrantes y refugiados’: ‘Construyendo el futuro con migrantes y refugiados, el obispo auxiliar de Washington aseveró que “si bien no hay soluciones fáciles a los desafíos que enfrentamos, hay un camino justo hacia adelante que está esperando ser pavimentado por aquellos que están comprometidos con el futuro de nuestro país”.

“Ya sea afgano, ucraniano o venezolano, ‘dreamer’ o trabajador agrícola indocumentado, solicitante de asilo, migrante o refugiado, a todos Dios los ha dotado con una dignidad inviolable“, concluyó Dorsonville.

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