Según ha podido saber Vida Nueva, en la reunión de tres horas que mantuvo con los cardenales, compartió cuáles serán sus primeros objetivos para renovar la Curia romana
El papa León XIV en su primer encuentro con los cardenales
No habían pasado ni 48 horas de su elección como Papa cuando León XIV comenzó a hacer patente que ya gobierna la Iglesia, pese a que su pontificado echará a andar este 18 de mayo, cuando tenga lugar la misa de entronización.
Si el viernes celebró su primera misa en la Capilla Sixtina con el Colegio Cardenalicio, ayer comenzaba la mañana con una reunión con los cardenales en la que dio pistas, según ha podido saber Vida Nueva, de sus dos primeras misiones: reformar la comunicación de la Santa Sede y crear sinergias entre los dicasterios a través de una suerte de consejo de ministros.
Mañana de acción y tarde de oración, pues a las 16:00 llegaba a Genazzano para rezar en el Santuario agustino de la Virgen del Buen Consejo en su primera salida sorpresa, que se completaría con la visita a Santa María la Mayor –basílica papal de la que tomará posesión el próximo 25 de mayo- para rezar en silencio de rodillas ante la tumba de Francisco y depositar una rosa blanca sobre la lápida.
Si bien ayer a mediodía la Sala de Prensa de la Santa Sede compartía con los periodistas el discurso de Robert Francis Prevost ante los cardenales, la realidad es que la reunión a puerta cerrada, que se prolongó por espacio de tres horas, constó de tres partes: unas palabras de León XIV no oficiales, el texto entregado a los medios y un diálogo abierto.
En el discurso oficial, Prevost fue claro: “Quisiera que renováramos juntos, hoy, nuestra plena adhesión a la vía que desde hace ya decenios la Iglesia universal está recorriendo tras las huellas del Concilio Vaticano II”. Y añadió: “El papa Francisco ha recordado y actualizado magistralmente su contenido en la exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’”.
Antes, como apunta una fuente a Vida Nueva, León XIV llegó a la sala con un mensaje claro que dirigir a los cardenales presentes: hay que darle una vuelta a la comunicación.
Una propuesta que fue bien acogida por los purpurados e, incluso, apoyada en el diálogo posterior. Y es que este es un guante recogido de las congregaciones generales previas al cónclave, en las que varios participantes, aunque con otras palabras más contundentes, afirmaron que la comunicación institucional -que depende de la Secretaría de Estado- tiene amplio margen de mejora.
El papa León XIV en su primer encuentro con los cardenales
En este coloquio, León XIV, hasta ahora prefecto del Dicasterio para los Obispos, se quejó de la falta de sinergias entre los diferentes dicasterios de la Curia Romana, pues no es operativo que estos no se conecten y sepan, al menos, en qué trabajan los demás. En este sentido, se vio la necesidad de crear un consejo de ministros con reuniones cada cierto tiempo entre todos los prefectos.
El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin -cuyo puesto, al igual que el del resto de la Curia, ha sido renovado de forma temporal por León XIV-, intervino para respaldar la propuesta, que también salió en las congregaciones generales, incluso se habló de la necesidad de aprovechar los consistorios para estrechar lazos y poder ayudar más de cerca al Papa en el manejo del timón eclesial.