El cónclave que elegirá al nuevo papa comienza hoy 7 de mayo. Esta misma tarde empezará el encierro de los 133 cardenales electores -menores de 80 años- en la Capilla Sixtina. Aunque cualquier varón bautizado mayor de 35 años puede ser elegido, se espera, como es tradición, que sea uno de ellos.
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Teniendo en cuenta las fechas de los dos únicos cónclaves de este siglo, al día siguiente podría aparecer en el balcón de la plaza de San Pedro el nuevo pontífice de la Iglesia católica. Es decir, el 8 de mayo el mundo oiría de nuevo el ‘habemus papam’.
Aunque el cónclave es impredecible, tanto en 2005, cuando salió elegido Benedicto XVI, como en 2013, cuando el designado fue Francisco, empezó en la tarde de un día y a la tarde siguiente apareció en San Pedro la fumata blanca.

El fallecido cardenal Tauran anuncia al nuevo papa en el cónclave de 2013
La Casa de Santa Marta, donde ha residido Francisco hasta su muerte, fue desalojada la semana pasada, pues desde la tarde de ayer los 133 cardenales electores se alojan allí -y los que no caben en la antigua residencia Santa Marta- y comenzaron su encierro con una cena.
No obstante, desde el 22 de abril, día siguiente al fallecimiento de Francisco, se vienen celebrando las congregaciones generales en el Aula Nueva del Sínodo para preparar el cónclave y diseñar el perfil del 267 sucesor de Pedro.
Misa ‘pro eligendo Pontífice’
Hoy 7 de mayo, el cardenal decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, celebrará a las 10:00 horas en la basílica de San Pedro la misa ‘pro eligendo Pontífice’, a la que pueden sumarse los fieles.
Ya por la tarde, a las 16:30, los purpurados se dirigirán en procesión a la Capilla Sixtina, invocando la asistencia del Espíritu Santo con el ‘Veni Creator’. Una vez allí, todos los cardenales harán su juramento y el maestro de las celebraciones litúrgicas, Diego Ravelli, proclamará el ‘Extra omnnes’ (todos fuera) y se cerrarán las puertas para iniciar la primera votación que marcará el cónclave.
Esta tarde habrá una votación. Mañana, tras la misa matutina, otras dos por la mañana (después de rezar laudes a las 09:00 horas) y dos por la tarde (después rezarán vísperas), y, así, dos días más hasta que haya un candidato que obtenga los dos tercios de los votos. Si el 10 de mayo no hay papa, se suspenderá un día las votaciones para la oración.
Si el candidato es elegido en la segunda votación de la mañana, la fumata saldrá en torno a las 12:00 horas, y si es elegido en primera, sobre las 10:30. Y si es en la segunda votación de la tarde, en torno a las 19:00 horas, mientras que si es en la primera puede ser a las 17:30. La fumata blanca irá acompañada del repique de seis campanas en San Pedro.

La sacristía de la Capilla Sixtina, preparada con la vestimenta papal en diferentes tallas
¿Y cómo emite el voto cada cardenal? Tal y como se ha mostrado en infinidad de ocasiones en el cine. Los purpurados tienen papeletas en blanco para escribir el nombre de su candidato y doblarlo a la mitad, de forma que sea secreto. El cardenal se acerca al altar para depositarlo en la urna vigilada por los tres escrutadores mientras realiza su juramento.
Tras la votación, uno de los escrutadores pasa cada papeleta a otra urna para comprobar que el número de papeletas coincide con el de cardenales. Los tres escrutadores leen el nombre y uno de ellos es el que lo apunta, lo lee en alto y perfora cada papeleta con una aguja uniéndolas todas con un hilo. Será luego tarea del camarlengo -Kevin Joseph Farrell- recogerlas para hacer el acta y luego quemarlo en la estufa con un producto químico que es el que provoca que la fumata sea blanca o negra.
El nuevo papa, tras su elección, pasará a la sacristía de la Sixtina -comúnmente conocida como la sala de las lágrimas-, donde se vestirá de blanco eligiendo la talla que mejor se adapte a él, ya que habrá varias para elegir.