¿Debería el nuevo papa tener TikTok?

El experto en comunicación digital Alberto Chinchilla responde acerca de qué política comunicativa debería seguir el nuevo pontífice

El Papa Francisco, fotografiado con un teléfono móvil

Un perfil continuista. Al menos, en lo que se refiere a su carácter comunicativo. Así debería ser el nuevo papa según Alberto Chinchilla, cofundador y CEO de la consultora be shared. “Debería seguir, un poco, con lo que nos ha transmitido el papa Francisco, quien, con esa comunicación tan cercana, con ese lenguaje tan llano, tan sencillo y comprensible para todos los públicos, ha ayudado a que se genere esa simpatía a la Iglesia tanto de personas cercanas como de aquellas que estaban un poco más alejadas”.



Por este motivo, “el próximo papa, aunque no tenga esos dones comunicativos que tenía Francisco, debe continuar con esa presencia en redes sociales y, en general, comunicando. Para ello tiene sus equipos de comunicación, para que adquiera esas mínimas habilidades comunicativas y que pueda entender cómo ha cambiado o cómo está cambiando constantemente el mundo con las nuevas tecnologías, las nuevas plataformas”.

Esta conversación se enmarca en un momento clave y que, por como se ha reflejado en las redes de Francisco, es muy significativo: la sede vacante que no solo se debate ahora en el Vaticano, sino que aparece tal cual en la cuenta de X @pontifex. También en la cuenta de Instagram @franciscus no se publica nada desde el 21 de abril, cuando falleció Francisco. Lo que sí aconsejaría Chinchilla es que tanto la cuenta de X como la de Instagram tuvieran el mismo nombre de usuario, Pontifex, para que pudiera ser utilizada por los distintos papas.

Contenido de calidad

“Para la Iglesia la presencia en las redes sociales de una figura como la del Papa es una forma más de llegar a las personas, una forma muy disruptiva porque nos permite llegar a todos los confines del mundo con el mensaje del Evangelio, y creo que esto al final la Iglesia lo tiene que aprovechar”, explica Chinchilla. Sin embargo, reconoce que “a los usuarios, al menos a aquellos que somos católicos, siempre nos cuesta dar ese paso, estar un poco receptivos dentro de estos canales online, de las redes sociales, porque a veces entendemos que ahí podemos encontrar información que no nos aporta seguramente valor o interés para nosotros, pero ahí hay que hacer un ejercicio por parte de todos los usuarios de filtrar para entender y visualizar qué información puede ser relevante para nosotros y cuál no en función del uso responsable que hagamos de estas redes”.

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Lo sabe porque en 2010 tuvo la oportunidad de participar en una campaña de redes sociales por la visita de Benedicto XVI a Barcelona. “Esa campaña permitió que se oyese la voz de los católicos, así como todos los beneficios que aportaba a Barcelona la visita del Papa”. Desde el primer momento en el que se activó la campaña, “los mensajes pasaron a ser todos positivos y los cuatro que había negativos desaparecieron porque al final había tal nube de mensajes positivos de todas las personas que secundaban lo que era ser agraciado por esa visita del papa a una ciudad como Barcelona, que esto para mí fue el reflejo de que tenemos que estar en estas redes sociales y tenemos que estar de manera proactiva”.

Un papa en TikTok

Pero este modo de comunicar no nació con Francisco. De hecho, la cuenta de @pontifex se creó durante el pontificado de Benedicto XVI, y Chinchilla está convencido de que tanto Juan Pablo II como los anteriores papas habrían seguido este camino si la tecnología hubiera estado a su alcance en ese momento. “Los anteriores papas ya tenían ese carisma, esas habilidades comunicativas”, asegura.

Además, las posibilidades son infinitas: no solo existe X e Instagram, sino que otros canales, como YouTube (ampliamente utilizado por Francisco en su Vídeo del Papa) y TikTok, ofrecen, cada uno en su forma, la oportunidad de llegar a la gente. “TikTok al final nos permite, de alguna manera, generar un canal más en el cual la Iglesia pueda comunicar los nuevos mensajes del día a día del papa, la actividad de la Iglesia”, señala. Por ello, “hay que abrazar esta red social, marcar una estrategia y trabajar el contenido de manera profesional”.

“Si hay algo por lo que a mí me ha marcado la comunicación de Francisco es porque entendió que la comunicación del Papa no puede ser igual que la comunicación de la Iglesia, que va en otros tiempos, que responde de manera institucional”, asegura Chinchilla. “La comunicación del Papa debe ser totalmente proactiva, como era la de Francisco”.

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