Operación desalojo en la residencia de Santa Marta: ¿hay sitio para los 133 cardenales del cónclave?

Los inquilinos del edificio donde vivía Francisco tienen que abandonar sus habitaciones hoy para habilitar el espacio para los purpurados, aunque no todos podrán dormir allí

Dos cardenales caminan por el Vaticano durante las congregaciones generales

Si la Capilla Sixtina cerró el pasado lunes para poder habilitarla para las votaciones que elegirán al próximo Papa, hoy es el turno de la residencia Santa Marta, que hasta ahora había sido el hogar de Francisco. Según ha podido confirmar ‘Vida Nueva’, hoy tendrán que abandonar la casa todos los eclesiásticos que residen allí normalmente.



Finalmente serán 133 los cardenales que entrarán en el cónclave, pero hay poco más de 120 habitaciones disponibles. Dos son las alternativas que la Santa Sede baraja para que duerman una decena de purpurados, con el consiguiente trastorno en materia de seguridad y los hándicap para posibles reuniones en salitas y en los pasillos para valorar candidatos en pequeños grupos. Eso sí, siempre dentro del Vaticano.

Dos cardenales caminan por el Vaticano durante las congregaciones generales

Dos cardenales caminan por el Vaticano durante las congregaciones generales

Otros lugares

En principio, los que no entren serán ubicados en un ala llamada “Santa Marta Vecchia”, antaño sede de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores y destinada posteriormente a convertirse en escuela infantil. Por orto lado, los purpurados diplomáticos serían destinados al Colegio Etíope, en la cima de la Colina Vaticana. Los demás deberían ir a los apartamentos de la llamada Fabbrica di San Pietro.

A priori el reparto de las habitaciones debería hacerse por sorteo, pero teniendo en cuenta que hasta una veintena purpurados se han instalado ya en Santa Marta para los funerales de Francisco, están valorando si reubicarles o no.

Los inquilinos ilustres

Sólo tres cardenales podrían permanecer durante estos días de precónclave  en la Domus Sanctae Marthae: el nuncio italiano Angelo Acerbi, de 99 años; el lituano Rolandas Mackrickas, arcipreste coadjutor de la Basílica Papal de Santa María la Mayor, y el indio George Koovakand, el organizador de los viajes papales.

Probablemente el cardenal bosnio Vinko Puljicć, que a priori se pensaba que no podría participar por su enfermedad en el cónclave tendrá que votar desde Santa Marta, con el voto recogido por los cardenales enfermeros, como prevé el reglamento.

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