Las acusaciones de violencia sexual contra el Abbé Pierre, fundador de los ‘Traperos de Emaús’, habrían llegado al Vaticano desde el otoño de 1955, y desde julio de 2024. Así lo señala un libro de las periodistas Marie-France Etchegoin y Laetitia Cherel a partir de la documentación de los archivos de la Santa Sede.
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Informe del Santo Oficio
El libro, que sale a la venta en Francia este Jueves Santo, desvela que “ya en el otoño de 1955, no sólo el alto clero francés conocía el lado oscuro y peligroso del Abbé Pierre, sino también la Santa Sede”, según declararon las autoras a France Info. Para escribir ‘L’Abbé Pierre, la fabrique d’un saint’ (‘El abate Pierre, la construcción de un santo’) estas periodistas han consultado los archivos vaticanos. Así, han encontrado un “procedimiento judicial, iniciado por el órgano de la Curia romana encargado de controlar la moral y la fe de los miembros de la Iglesia, el Santo Oficio”, que fue “frenado por los obispos de Francia, rápidamente cerrado y enterrado dos años más tarde, en 1957”.
Así, han encontrado el acta de una asamblea plenaria del Santo Oficio el 18 de marzo de 1957 para tratar el caso. Un “documento de diez páginas expone la cronología de las actividades sexuales del Abbé Pierre de 1955 a 1957, detalla las cartas de advertencia enviadas por los cardenales americano y canadiense en 1955, y las decisiones tomadas por el Santo Oficio”, con informaciones de Paul-Émile Léger, arzobispo de Montreal, donde el Abbé Pierre estuvo de visita en mayo de 1955, que asegura conocer las “acusaciones de inmoralidad” del sacerdote. Antes, en 1955 se había dado indicación al nuncio en Francia para “que siguiera de cerca el caso del abate Pierre”; año en el que un canónigo “escribió al Santo Oficio el 25 de octubre de 1955” informando
Investigación independiente
El pasado mes de enero Emaús Francia publicó en su web el último de los tres informes independientes en que que se relata la aparición de nuevas acusaciones de abusos sexuales a quien ha sido un héroe nacional de la caridad, fallecido en 2007 a los 94 años. En concreto, habría nueve testimonios entre los que hay una violación a un niño de 9 años o tocamientos y comentarios sexuales a un miembro de la familia del sacerdote. Los demás casos son de cuidadoras de hospitales, una azafata, una trabajadora de un hotel, una empleada suya, una participante en un campamento juvenil. Las denuncias incluyen toques en el pecho, el sexo, las nalgas, besos forzados o actos de exhibición por parte del sacerdote. Los datos hacen temer lo que se asemeja a un verdadero modo de funcionamiento por parte de un agresor sexual en serie, según recoge el informe y publica La Croix.
Estos delitos, añaden los medios, habrían tenido lugar entre los años 1960 y 2000, después de la fundación de los traperos de Emaús en 1949. Las fechas de los abusos han impedido que la Fiscalía de París no abra investigaciones al estar prescritos los hechos. Las denuncias que se han recogido en el mecanismo de ayuda dispuesto por el Emaús Internacional, Emaús Francia y la Fundación Abbé Pierre, formarán parte del tercer y último informe independiente sobre la cuestión. Una investigación en la que se “dibuja el retrato de un depredador y manipulador amenazador que ha hecho estragos a lo largo de toda su vida”, según se lee en el texto.