Ya es una tradición consolidada. Cuaresma: tiempo de oración y penitencia es propicio también para realizar el retiro espiritual del clero, cada año. Esta vez varias diócesis lo han realizado en la misma semana entre el 10 y 14 de marzo.
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Una de ellas ha sido la arquidiócesis de Puerto Montt, cuyo arzobispo, Fernando Ramos, dijo que “es importante que se haga en el inicio del año para tener un momento de renovar el espíritu aprovechando que estamos iniciando la Cuaresma justamente en este año que es el año jubilar de la esperanza, año Santo que el Papa nos invita a renovarnos en el espíritu en el seguimiento del Señor y como ministros al servicio del pueblo de Dios necesitamos renovar profundamente en nuestro espíritu”.
Escuchar la voz de Dios
El clero de Puerto Montt realizó su retiro en Isla Teja, en Valdivia, predicado por el obispo local, Santiago Silva. Mientras, en Rancagua, los sacerdotes se reunieron en Alvernia, Casa de Ejercicios de la Orden de San Francisco en esa diócesis.
El obispo de Rancagua, Guillermo Vera, señaló que es “un tiempo necesario para detenerse, escuchar la voz de Dios y regresar a las labores pastorales con el corazón renovado”.
En la diócesis de Talca, su clero se aisló en la casa de ejercicios San Alberto Hurtado, en la precordillera, donde el jesuita Claudio Barriga les hizo reflexionar sobre “Mi corazón, el corazón de Jesús, el corazón de pastor”. Barriga comentó que “el cura está todo el día corriendo, atendiendo a gente, sirviendo, ayudando en lo que se necesita. Es necesario que tenga un tiempo de parar, de mirarse a sí mismo, sacarse la mochila. Tiempo de tranquilidad, de reposo para poder servir mejor. El objetivo de este tiempo de retiro es para ser mejor cura, para servir mejor. No escaparse para descansar”.
Tiempo de gracia
También el clero de San Bernardo, acompañado de su obispo, Juan Ignacio González, vivió su retiro anual en la casa de ejercicio diocesana. Lo mismo vivieron los sacerdotes de la diócesis de Iquique en la casa Emaús, en el Valle de Azapa, diócesis de Arica, en el extremo norte del país. “Todos estamos contentos y con buena disposición viviendo estos días de encuentro con el Señor como presbiterio”, señaló Isauro Covili, obispo de Iquique.
El obispo auxiliar de Concepción, Bernardo Álvarez, centró el retiro del clero de Calama en la figura de Jesucristo como “Peregrino del Padre” en sintonía con el Jubileo 2025, que tiene como lema “Peregrinos de la esperanza”. El obispo de Calama, Tomás Carrasco, destacó que este “es un tiempo de gracia porque nos permite revisar la vida, mirar cómo estamos viviendo nuestro ser cristiano, pero sobre todo el llamado que Dios nos ha hecho al ministerio sacerdotal”, expresó el obispo.