Aunque la Oficina de Prensa de la Santa Sede había informado que el papa Francisco estaba al tanto de las inundaciones del temporal de Bahía Blanca como de sus devastadoras consecuencias en vidas y daño materiales y de infraestructura, y que estaba cerca con su oración y pensamiento, ayer envió un telegrama al arzobispo de la jurisdicción, Carlos Aspiroz Costa op.
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“Apenado al enterarme sobre el desastre natural que está afectando a la región de Bahía Blanca, y que ha ocasionado tantas víctimas y daños materiales, ofrezco fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos“, expresó el Papa aún convaleciente desde la Clínica Gemelli.
Cercanía y bendición
En el mensaje, expresó querer hacer sentir su cercanía espiritual a toda la comunidad, pidiendo al Señor consuelo para los deudos y para todos los que están sufriendo en estos momentos de incertidumbre y dolor. Desea que la gracia sostenga a quienes “están comprometidos con la búsqueda de los desaparecidos y con el arduo proceso de reconstrucción de las zonas devastadas”.
Finalmente, pidió a Nuestra Señora de la Merced que interceda ante su Hijo por todos los damnificados por esta catástrofe; y les envió, afectuosamente, su bendición apostólica.