“La guerra lo destruye todo, es siempre una derrota”. Con estas palabras, el papa Francisco volvió a poner en el centro de su oración a las víctimas de los conflictos abiertos en el planeta, entre ellos, la martirizada Ucrania, Tierra Santa y Myanmar. El Pontífice se pronunció al respecto en el marco del rezo dominical del ángelus en la plaza de San Pedro.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
En paralelo, adentrándose en la reflexión sobe el Evangelio del día, que relata cómo María y José llevan al niño Jesús en el templo para su presentación, explicó que “Dios está verdaderamente presente en medio de su pueblo: no porque habite entre cuatro paredes, sino porque vive como hombre entre los hombres”.
A partir de ahí, presentó a Jesús como la luz y la salvación del mundo. “¡La salvación universal concentrada en uno! Sí, porque en Jesús habita toda la plenitud de Dios, de su Amor”, detalló el Papa.
Con este punto de partida, a los fieles congregados en la plaza vaticana, les lanzó unas preguntas para su meditación personal: “¿Qué espero de mi vida? ¿Cuál es mi gran esperanza? ¿Quiere mi corazón ver el rostro del Señor? ¿Estoy esperando la manifestación de su plan de salvación para la humanidad?”.