La ‘conversión’ de una catedral

iglesia presbiteriana de cristal, sede de la Diócesis de Orange,

El telepredicador presbiteriano Robert Schuller tuvo el sueño de una catedral de cristal abierta al “cielo y al mundo circundante”. Aquel delirio –es lo que parecía– se convirtió en apenas una década, la de 1980, en el mayor edificio de cristal de Estados Unidos. El monumental templo de Garden Grove, al sur de California, lo adquirió en 2011 la Diócesis de Orange. Más de trece años después, ha finalizado su transformación en uno de “los centros de culto católico más importantes de California y la costa oeste, y hasta del mundo”, según describe su rector emérito, Christopher Smith.



El obispo emérito de Orange, Todd Brown, la rebautizó como la “catedral de Cristo”, y bajo esa advocación se ha erigido en el mejor ejemplo de transformación de una catedral moderna, atractiva, singular y abierta a todos. Los 57,5 millones de dólares que costó la adquisición no solo comprendía la megaiglesia protestante, su aguja de acero de 72 metros y su carrillón con 52 campanas, todos diseñados por el arquitecto posmoderno Philip Johnson –Premio Pritzker en 1979– y su discípulo John Burgee, sino también todo un campus de 14 hectáreas a su alrededor: con el Arboretum, el primer edificio que acogió a la congregación de Schuller, fundada en 1955; la llamada Torre de la Esperanza –construida en 1968 por Richard Neutra–, el cementerio denominado Cathedral Memorial Gardens, o el gran centro cultural diseñado por Richard Meier, autor del Getty Center de Los Ángeles.

iglesia presbiteriana de cristal, sede de la Diócesis de Orange,

La diócesis, erigida por Pablo VI en 1976, había elegido como su sede la iglesia de los Sagrados Corazones, en la ciudad de Orange, un pequeño templo construido en 1921. Ya había decidido trasladarse a Santa Ana –la capital del condado, incorporada en 1886, y actualmente con tres millones de habitantes– para levantar el gran templo que demandaba la comunidad, cuando la catedral de cristal entró en bancarrota. “La ubicación céntrica y el tamaño de la iglesia eran ideales, y su coste, incluso con las restauraciones, era menos de la mitad de la fase 1 de la catedral prevista en el sur de Santa Ana”, admite la diócesis. El actual obispo, Kevin Vann, no dejó pasar la oportunidad.

iglesia presbiteriana de cristal, sede de la Diócesis de Orange,

“Con 1,3 millones de católicos en el condado de Orange, y 4,3 millones de católicos en Los Ángeles, vemos este campus como un gran centro para la Iglesia en el sur de California, y estos edificios contribuirán poderosamente a construir uno de los núcleos católicos más importantes del mundo”, insiste el rector emérito. Un total de 29 millones de dólares ha costado rehabilitar el edificio, a cargo del estudio de arquitectura Johnson Fain, incluidos sus once mil cristales, junto a los que se han instalado otros tantos cuatrifolios, paneles de plástico y tela recubiertos de polvo de acero que, a modo de persianas, se abren en diferentes grados, de 0 a 45, para regular el calor, la luz solar y la acústica en techo y paredes.

iglesia presbiteriana de cristal, sede de la Diócesis de Orange,

La renovación también ha incluido las modificaciones necesarias para adaptar el templo al culto católico, con un altar presidido por una gran ‘crux gemmata’ que cuelga del nuevo baldaquino, la cátedra, el ambón y la pila bautismal, construidos todos en mármol de Carrara. Del mismo modo, se ha abierto la Puerta del Obispo y se han sustituido dos puertas de cristal por otras de bronce de seis metros de altura.

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