A través de un comunicado firmado por el obispo responsable de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Eugenio Lira Rugarcía, la Iglesia en México difundió un mapa para que los migrantes o deportados puedan localizar los centros de ayuda a lo largo y ancho del país.
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En el mapa se pueden contabilizar al menos 40 centros de atención e información para migrantes, así como comedores, de los cuales nueve se encuentran en la frontera con los Estados Unidos.
Los obispos lamentaron que “en medio de un crudo invierno”, muchas personas y familias en situación de movilidad estén viviendo “momentos de angustia, dolor, miedo e incertidumbre” ante las disposiciones del gobierno federal de los Estados Unidos relacionadas con la migración.
Foto: Casa del Migrante en Ciudad Juárez
Cabe mencionar que en los últimos días los estados del norte, principalmente Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas han registrado una nueva onda fría con heladas.
La CEM pide solidaridad
“Los que integramos la Pastoral de la Movilidad Humana, les reiteramos a todos nuestra solidaridad, nuestra oración y nuestra determinación de seguirles sirviendo“, señala el texto firmado también por el secretario general del episcopado Mario Pérez Villarreal.
Y añade: “Continuaremos esforzándonos para que en nuestras casas, albergues y centros de acogida encuentren techo y alimento; apoyo en la atención a su salud física, emocional y espiritual; ayuda para contactar a sus familias y obtener la documentación que necesiten; asesoría y acompañamiento legal para los trámites que requieran realizar”.
Los obispos hicieron un nuevo llamado a toda la sociedad a sumarse a este esfuerzo, particularmente a las arquidiócesis, diócesis, parroquias, institutos de vida consagrada, seminarios, casas de formación, universidades y colegios católicos, grupos laicales y comunidades.
Finalmente, expresaron de nueva cuenta su disposición a sumarse a los esfuerzos de las autoridades federales, estatales y municipales, así como de las organizaciones religiosas y civiles, convencidos que, unidos, podemos ofrecer a todos una esperanza.
