La Iglesia en México se organiza para dar apoyo integral a migrantes y deportados ante la crisis que se avecina

Ante la llegada de Donald Trump con sus políticas, redobla esfuerzos para apoyar a este colectivo con alojamiento, alimentación, atención médica y trámites legales

Caravana migrante en Tapachula

La Iglesia en México ofrecerá una “cálida recepción” a los migrantes, brindándoles hospedaje, alimento, ropa y artículos de aseo personal, así como apoyo en el cuidado de su salud física, emocional y espiritual. Además, los ayudará a contactar con sus familiares en el extranjero, a obtener los documentos que requieran, y los acompañará en los trámites legales y con bolsa de trabajo.



Y es que, entre más se acerca la toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, agendada para el 20 de enero, más preocupación hay entre diferentes organismos en defensa de los migrantes, pues el próximo mandatario estadounidense ha prometido deportaciones masivas.

Por ello, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a través del responsable de la Dimensión de Pastoral de Movilidad Humana, el obispo de Matamoros-Reynosa, Eugenio Lira Rugarcía, hizo un llamado a sumarse a los esfuerzos de la Iglesia a favor de los migrantes y de quienes serán deportados.

El llamado a sumar esfuerzos

A través de un comunicado, el obispo Lira Rugarcía aseguró que todas las instancias de la Iglesia que participan de la Pastoral de Movilidad Humana están fortaleciendo sus vínculos y comunicación, a fin de estar atentos a la situación local, nacional e internacional, y responder lo mejor posible a los retos en materia de migración, deportación de migrantes y solicitantes de refugio.

Migrantes Mexico EFE

Foto: EFE

Para lograrlo, el obispo mexicano exhortó a todas las arquidiócesis, diócesis, parroquias, institutos de vida consagrada, seminarios, casas de formación, universidades y colegios católicos, grupos laicales y comunidades, a solidarizarse con este esfuerzo.

“Pongámonos en el lugar de nuestros hermanos… al tiempo de sufrir la separación de su familia, el desarraigo y el desmoronamiento de años de sacrificios, de trabajo y de sueños, experimentan un enorme dolor, un profundo temor y una terrible incertidumbre. Oremos por ellos y ofrezcámosles el apoyo material que requieren, procurando al mismo tiempo integrarlos a la comunidad”.

Dijo que la Iglesia está dispuesta a sumar esfuerzos con las autoridades federales, estatales y municipales, así como con las organizaciones religiosas y civiles, “convencidos de que, unidos, podremos enfrentar mejor la situación para ofrecer a los migrantes, deportados y solicitantes de refugio”.

En coordinación con Estados Unidos, Canadá y Centroamérica

El obispo Eugenio Lira Rugarcía agradeció “la disponibilidad del Episcopado Católico de los Estados Unidos para caminar juntos, particularmente a través de monseñor Mark Seitz, presidente del Comité de Migración de la Conferencia Episcopal, de las diócesis fronterizas, de las Caridades Católicas y de otras iniciativas. Nuestra gratitud se extiende también a las Conferencias Episcopales de Centroamérica y de Canadá”.

Concluyó el comunicado con un llamado a los fieles: “Hagámoslo, acogiendo, protegiendo, promoviendo e integrando a nuestros hermanos migrantes, deportados y refugiados. Que Nuestra Madre de Guadalupe nos obtenga de Dios la ayuda para ser, en medio de los desafíos, peregrinos de esperanza, fiados en la promesa de Jesús: ‘Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia'”.

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